En plena transición energética, el país austral apuesta por profundizar el desarrollo de fuentes sustentables, en sintonía con los acuerdos internacionales. Sin descuidar el creciente potencial hidrocarburífero del país potenciado por el yacimiento de Vaca Muerta, Buenos Aires mira con atención el avance de la matriz renovable.
La transición hacia fuentes de energía más sustentables ya es una realidad y, dentro del auge general que atraviesa Latinoamérica al respecto, Argentina se sitúa como uno de los principales jugadores.
Las invaluables reservas de hidrocarburos yacentes en la formación sureña de Vaca Muerta no obstan para desatender el potencial de un sector estratégico para el futuro de la producción global.
El país austral es el cuarto en producción de energías renovables de la región, con un total de 4,7 gigavatios (GW) entre instalaciones eólicas y solares de gran escala —detrás de Brasil, con 27 GW; México, con 20; y Chile, con 10—, según el informe de la organización estadounidense sin fines de lucro Global Energy Monitor.
Argentina cuenta con más de 200 proyectos de producción renovable que permiten cubrir los requerimientos de unos 5,8 millones de hogares. En lo que va de 2023, la cobertura de la demanda eléctrica abastecida por fuentes renovables alcanzó un promedio del 14% mensual, llegando a un máximo de 1.448 GW de energía en abril.
Fuente: Sputnik