Se redujo un 33% el consumo de energía renovable en Córdoba en 2021

La reducción se debe a la menor actividad de la industria extractora y del olivar, además de la paralización de la producción de otras industrias

El consumo de energías renovables se redujo en Córdoba un 33% durante el pasado año debido a la menor actividad de la industria extractora y del olivar y de la paralización de la producción de otras industrias a causa de las medidas adoptadas por el Covid-19.

Córdoba fue la provincia andaluza donde más se notó esta reducción, según recoge la publicación “Datos Energéticos” que elabora anualmente la Agencia Andaluza de la Energía, en la que se realiza un análisis detallado de la situación energética de la comunidad autónoma y de la evolución de sus principales indicadores.

Dicho informe muestra que la demanda de energía final se redujo un 12,2% respecto a 2019, al igual que también se redujo el consumo de productos petrolíferos un 12,6%. Respcto al consumo de energía eléctrica, también se redujo un 2,7% en la provincia, mientras que el consumo de gas natural se mantuvo invariable respecto al año 2019.

A nivel andaluz, el 51,1% de la electricidad generada en Andalucía durante 2020 tuvo origen renovable, superando por primera vez a las de origen fósil, tras subir un 12,4% respecto al año anterior, lo que también ha llevado aparejado una reducción del 25% de las emisiones de dióxido de carbono por unidad de generación eléctrica respecto a 2019.

Siguiendo la tendencia general de consumo energético a nivel mundial, el año 2020 se caracterizó por una importante reducción de la demanda de energía, debido a la crisis derivada del Covid-19, más acusada en sectores como transporte e industria, lo que se tradujo en un descenso del 13,4% en términos de energía final (que engloba la demanda en los sectores transporte, industria, primario, servicios y residencial, siendo este último el único que no solo no disminuye sino que crece ligeramente), hasta situarse en 11.774,6 ktep en Andalucía.

La contracción del consumo se registró fundamentalmente en las fuentes fósiles, cuya demanda total fue un 22% inferior a la de 2019. El consumo final de derivados de petróleo se cifra en 2020 en 6.064,6 ktep, cuando el año anterior fue de 7.328,5 ktep, destacando notablemente las reducciones en fuelóleos (un 42,4%, 83,6 ktep) y querosenos (un 35,1%, 388,3 ktep). A todo ello se suma que en 2020 apenas se utilizó el carbón para generación eléctrica, lo que supuso que el consumo de esta fuente haya quedado relegado a apenas un 0,5% del mix energético.

Fuente: Cordopolis

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