La Argentina figura entre los cuatro países que registraron las mayores “mejoras consistentes” en el Indice de Transición Energética que publicó el Foro Económico Mundial, dentro de una valoración de 115 naciones, un informe que advirtió que la pandemia de coronavirus pondrá en riesgo este proceso si no hay acciones urgentes.
El trabajo se basa en los análisis del Indice de Transición Energética 2020 (ETI, por sus siglas en inglés), que compara el rendimiento de los sistemas energéticos actuales de 115 economías.
Para ello el relevamiento tiene en cuenta indicadores como el crecimiento y el desarrollo económico, la sostenibilidad ambiental y el acceso y la seguridad energéticos, así como su nivel de preparación para una transición a sistemas energéticos inclusivos, asequibles, sostenibles y seguros.
Los resultados 2020 muestran que un 75 % de los países mejoraron su sostenibilidad ambiental, aunque la calificación media global de este indicador fue la más baja de las tres categorías que se han evaluado.
Estos avances son el resultado de aplicar enfoques graduales multidimensionales que incluyen la tarificación del carbono, el cierre de plantas de carbón antes de lo previsto y el rediseño de los mercados del sector eléctrico al objeto de integrar fuentes energéticas renovables.
El informe del Foro Económico destacó que “el hecho de que sólo 10 de 115 países hayan mejorado de manera estable sus calificaciones del ETI desde 2015 demuestra la complejidad de la transición energética”.
En esa línea, “Argentina (56), China (78), la India (74), e Italia (26) están entre los principales países con mejoras consistentes anuales, mientras que otros como Bangladesh (87), Bulgaria (61), la República Checa (42), Hungría (31), Kenia (79) y Omán (73) también han realizado avances considerables.
El Foro consideró que debido a la pandemia de coronavirus, “existe el riesgo de retroceder en los últimos avances obtenidos en la transición hacia energías limpias, con un descenso sin precedentes en la demanda, la volatilidad en los precios y un aumento de la presión para mitigar los costes socioeconómicos, que ponen en duda el camino de la transición a corto plazo”.
Pero si los paquetes de recuperación económica para mitigar estos efectos que lanzaron los gobiernos “se aplican teniendo en cuenta estrategias a largo plazo, también podrían servir para acelerar la transición a energías limpias” en lo que se entiende “una oportunidad de plantearse una intervención poco ortodoxa en los mercados energéticos y una colaboración global para una recuperación”.
Suecia (1) lidera el ETI por tercer año consecutivo, seguida de Suiza (2) y Finlandia (3). Francia (8) y Reino Unido (7) son los únicos países del G20 que se encuentran entre los 10 primeros, mientras que el resultado es dispar en el resto de los miembros del G20.
En el caso de China (78), los problemas de contaminación atmosférica se han materializado en políticas de control de emisiones, electrificación de vehículos y desarrollo de la capacidad más grande del mundo en cuanto a paneles solares fotovoltaicos y centrales eólicas terrestres.
En la India (74), los avances se han producido gracias a un programa de expansión de energías renovables impuesto por el gobierno y que acaba de ampliarse a 275 GW con vistas a 2027.
Mientras tanto, la tendencia ha sido moderadamente positiva en Alemania (20), Japón (22), Corea del Sur (48) y Rusia (80), mientras que por otra parte, la calificación del ETI para los Estados Unidos (32), Canadá (28), Brasil (47) y Australia (36) se ha quedado estancada o va en descenso. Fuente: Telam.