Los estamentos oficiales europeos van aceptando lo que los grupos ecologistas llevan afirmando años: que el biodiésel de palma es insostenible. Así lo recoge una acta delegada del Grupo de expertos sobre combustibles renovables publicado este miércoles, un texto que incide en que el biodiésel de palma favorece la deforestación y multiplica los gases de efecto invernadero (GEI).
El documento oficial establece qué cultivos deben ser excluidos de la lista de subsidios de la UE debido a que conducen a mayores emisiones de CO2. A pesar de que reconoce la insostenibilidad del biodiésel de palma, para los ecologistas el texto “no aborda de manera estructural el problema general y ofrece enormes lagunas legales que permitirán que se sigan utilizando estos combustibles”, tal como señalan desde Ecologistas en Acción.
Por ello, la coalición europea de organizaciones defensoras del medio ambiente que está detrás de la campaña Not in my tank (No en mi depósito) califica el documento de “victoria parcial”, ya que la soja y el aceite de palma, cultivos que están detrás de millones de hectáreas deforestadas a lo largo de las zonas más cálidas del planeta, pueden seguir siendo etiquetados como “verdes”.
Esto es debido a que la Comisión Europea “ha introducido en el documento un gran número de exenciones”, señalan los ecologistas, “intentando apaciguar las tensiones de los países productores de aceite de palma como Malasia, Indonesia y Colombia, que permitirán seguir utilizando aceite de palma como biocombustible verde”.
Otra de las críticas de las organizaciones ambientalistas es que el cultivo de soja no haya sido calificado de insostenible, ya que, al igual que la palma, produce grandes cantidades de gases de efecto invernadero, según datos de un informe de Cerulogy”, señalan.
Los Estados miembros de la Unión Europea y el Parlamento Europeo tienen ahora dos meses para aprobar o vetar el acta. Sin embargo, no pueden enmendar la regla. El texto se votará en la comisión de medio ambiente del Parlamento Europeo el 21 de marzo.
“Ahora los Estados miembros deben actuar para impedir más deforestación debida al uso de biocombustibles”, indica Rosalía Soley, coordinadora de la campaña #NoEnMiDepósito de Ecologistas en Acción. “El Estado español puede y debe acabar de una vez con el uso del biodiésel de palma, atendiendo a las peticiones de la ciudadanía”.
Fuente: El Salto Diario.