Investigadores israelíes descubrieron un método para convertir los desechos generados por la producción de aceite de oliva en combustible utilizado por los vehículos, publicó el sitio web de noticias Ynet.
Durante el proceso de producción de aceite de oliva, de cada 1.000 kg de aceitunas exprimidas en la prensa de oliva, solo se producen 200 kg de aceite de oliva.
El resto se convierte en residuo sólido. Cerca de 6 millones de toneladas de residuos de oliva se producen cada año en todo el mundo, de las cuales alrededor de 30,000 toneladas se encuentran en Israel.
El nuevo estudio, dirigido por la Universidad de Haifa en el norte de Israel y financiado por el Ministerio de Protección del Medio Ambiente del estado, muestra una técnica que permitirá la transformación de los desechos sólidos en etanol.
Varios tipos de motores son alimentados con etanol. Incluso un motor de gasolina normal puede funcionar normalmente con hasta un 10 por ciento de etanol.
Una de las ventajas del uso de biocombustibles, como el bioetanol, es reducir la dependencia de combustibles fósiles como el carbón, el petróleo y el gas natural, cuyas reservas están disminuyendo, cuyo uso genera grandes emisiones de gases de efecto invernadero como el dióxido de carbono.
Fuente: Panorama