La implementación se llevará a cabo mediante dos instrumentos clave, centrados en la creación de una ley específica que permitirá atraer aproximadamente dos millones de reales en nuevos proyectos, según estimaciones del Ministerio de Minas y Energía.
El Gobierno de Brasil ha lanzado la Política Nacional de Transición Energética (PNTE), un ambicioso plan diseñado para promover acciones que atraigan inversiones multimillonarias, mejoren la matriz energética y reduzcan las emisiones de gases de efecto invernadero. La política establece las directrices para la estrategia brasileña de transición energética, que busca generar oportunidades de empleo y cuidar el suministro, la seguridad y la lucha contra las desigualdades sociales y regionales.
Según el ministro de Minas y Energía de Brasil, Alexandre Silveira, la PNTE tiene como objetivo liderar la transición hacia una economía verde, con inversiones estimadas en R$ 2 billones (aproximadamente USD 360 mil millones) y la creación de 3 millones de puestos de trabajo para los brasileños. La política se enfoca en fuentes de energía renovables como la eólica, solar, hidráulica, biomasa, biodiésel, etanol, diésel verde, captura y almacenamiento de carbono, combustible de aviación sostenible y hidrógeno verde.
La implementación de la PNTE permitirá a Brasil avanzar hacia una economía más sostenible y resiliente, reduciendo su dependencia de los combustibles fósiles y promoviendo el uso de tecnologías limpias. Además, la política busca fomentar la innovación y la competitividad en el sector energético, atrayendo inversiones y talentos de todo el mundo.
Con la PNTE, Brasil se posiciona como un líder en la transición energética global, demostrando su compromiso con la protección del medio ambiente y el desarrollo sostenible. La política es un paso importante hacia la construcción de un futuro más próspero y sostenible para los brasileños y para el planeta.
Revista Nuevas Energías/CM
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