El proyecto internacional ValBio-3D, del que participan investigadores del CONICET, está logrando importantes avances. La iniciativa busca desarrollar tecnologías eficientes para la producción de biomateriales para impresiones 3D, integrando bioplásticos y nanocelulosas a partir de residuos de ingenios y aserraderos, con el objetivo de obtener materiales sustentables y biodegradables.
Después de la reunión que mantuvieron este mes en el Centro de Investigación Técnica (VTT) de Finlandia, el grupo de trabajo -coordinado por la investigadora independiente del CONICET y directora del Instituto de Materiales de Misiones (IMAM, CONICET – UNaM), María Cristina Area y compuesto por investigadores de Alemania, Finlandia, Noruega, Chile y Perú-; decidió centrar los esfuerzos en tres procesos productivos: bioplásticos de segunda generación, nanocelulosa y biocompuestos a partir de residuos agroforestales.
El objetivo final del trabajo colaborativo es utilizar residuos agroindustriales -que generalmente son descartados e incinerados- como recursos para la producción de tintas para impresión 3D. La combinación de los biocompuestos y esta tecnología tendrá diversas aplicaciones, que van desde la construcción de piezas automotrices moldeadas por inyección hasta dispositivos biomédicos.
Mediante el trabajo complementario de los distintos grupos, los investigadores confían en poder desarrollar nuevos materiales sustentables, completamente renovables y biodegradables, que permitan reemplazar a los que se utilizan actualmente, obtenidos a partir de derivados del petróleo.
Uno de los aspectos que está siendo evaluado por los investigadores es la citotoxicidad potencial de los materiales que tendrían aplicaciones en dispositivos biomédicos. También se realizaron avances en la evaluación del ciclo de vida de los biocompuestos y los resultados de estos estudios -que hasta el momento son alentadores- serán publicados próximamente por los investigadores.
Fuente: Chaque
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