Las esperanzas de Europa de que la energía verde pronto supere a los combustibles fósiles en competitividad de costes se evaporarán a menos que los gobiernos adopten ingeniosas políticas para apoyar las energías renovables después de la crisis del coronavirus.
Respaldada por subsidios gubernamentales de cientos de miles de millones de euros, la energía eólica y la energía solar parecían encaminadas a superar al carbón, y quizás el gas natural, incluso el año próximo. Pero esas estimaciones se hicieron antes de que la crisis sanitaria destruyera la demanda de energía y enviara los precios del petróleo por debajo de cero por primera vez, según un informe de BloombergNEF.
En el peor de los casos, donde los precios del carbón y el gas caen en picado y los subsidios ambientales pierden prioridad en la agenda política, la ventaja competitiva de la energía renovable frente a los combustibles fósiles podría retrasarse hasta 2025, dijeron.
Antes de la pandemia, las perspectivas para la energía limpia reflejaban las expectativas de una tecnología en constante mejora, la caída de los costes y los generosos subsidios del Gobierno en un momento en que era menos rentable quemar carbón. Se esperaba que las energías renovables fuesen sistemáticamente más baratas que el carbón o el gas para alrededor de 2021, pronosticó BNEF.
A medida que aumentan las pruebas de que el mundo se dirige a una recesión prolongada por los efectos devastadores del coronavirus, los responsables de política podrían verse tentados a alejarse de los subsidios a las renovables, centrándose en cambio en la reconstrucción de sus economías, dijeron los analistas de BNEF, Dario Traum y Andreas Gandolfo, en el informe. Fuente: Infobae
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