China, líder mundial en la producción de tecnologías solares, ofrece productos de alta calidad a precios competitivos, lo que ha llevado a Egipto a depender en gran medida de sus suministros.
Según al-Gendy, aunque Egipto exploró otras opciones, el mercado interno no cuenta con la capacidad para satisfacer la creciente demanda, haciendo que las alternativas chinas sigan siendo las más accesibles y eficientes.
La cooperación entre ambos países no solo se limita al suministro de materiales, sino también al fortalecimiento de las capacidades de producción egipcias. Recientemente, Egipto adquirió una nueva línea de producción china que permitirá aumentar su capacidad para fabricar hasta 1 gigavatio de paneles solares al año. Esta expansión forma parte de los ambiciosos planes de Egipto, que pretende generar 40 gigavatios de energía renovable en los próximos años.
Al-Gendy subrayó que la colaboración con China no se limita a la compra de tecnología, sino que también se está trabajando en la localización de la producción, lo que generará empleo y contribuirá al desarrollo económico del país. Además, la posición geográfica estratégica de Egipto lo convierte en un centro de exportación ideal para paneles solares hacia Europa, África y otras regiones, abriendo nuevas oportunidades comerciales para los socios chinos.
Esta alianza reafirma el compromiso de ambos países en impulsar la transición hacia energías limpias, consolidando a Egipto como un actor clave en el sector energético de la región.
Fuente: El Ciudadano