El mercado energético global está inmerso en un gran cambio. La energía ha pasado a ser un activo esencial para las empresas y la sostenibilidad, una variable crítica que condiciona el acceso a la financiación, la capacidad de atraer talento y el acercamiento a un consumidor más informado y consciente. Por ello, conocer las tendencias en energía y sostenibilidad durante este año y qué impacto tendrán en las empresas es de fundamental importancia.
En su último informe Global Energy Trends 2018, Schneider Electric ha identificado seis tendencias que aportan una visión estratégica de los cambios locales, nacionales e internacionales más significativos en las dinámicas energéticas y en las iniciativas de sostenibilidad, desde la planificación y las políticas, hasta la producción y la compra de energía.
Las energías renovables se sitúan en la base de las seis tendencias que, según el informe, están teniendo un mayor impacto en las empresas este 2018. El paso de las fuentes de energía tradicional a las renovables solo es cuestión de tiempo y viene condicionado por factores como la interrelación entre la geopolítica y la energía; la descabornización; el creciente uso del coche eléctrico; los nuevos modelos para la compra de energía marcados; la calefacción de bajas emisiones; y la creciente fuerza de los objetivos medioambientales y el cambio en la forma en que se establecen y se desarrollan en las empresas.
Las 6 tendencias en energía y sostenibilidad que están marcando 2018
Schneider Electric ha reunido a 16 expertos en Operaciones, Investigación, Analítica y Gestión del Riesgo para debatir entorno a las tendencias que están teniendo más impacto en las estrategias energéticas y de sostenibilidad este año.
A partir de su análisis sobre tendencias geopolíticas, comportamiento del consumidor, evolución de las políticas, economía y reacción a los eventos de 2017, los expertos han determinado las siguientes tendencias en sostenibilidad y energía:
Interrelación entre geopolítica y energía: Mientras que la energía global está inmersa en una transformación radical, el orden político mundial está en un cambio constante. Arabia Saudí invierte en energías renovables, Tesla tiene mejor valoración que Ford, surge un sentimiento populista en el oeste, el continuo crecimiento de China desplaza el equilibrio global de poder hacia el este y, todo ello, aunque a priori no lo parezca, está relacionado. Como también está relacionado el futuro del carbón en el mix energético europeo y en las directivas de la Unión Europea por las coaliciones del gobierno alemán. En definitiva, en todos los casos analizados, la energía global es cada vez más renovable, menos intensiva en carbono y más fiable.
Situación actual y futura del carbón: aunque se especule que el carbón resurgirá debido a la recuperación que vivió el mercado en 2017, este año la industria energética está volviendo a la realidad, y es que el carbón está siendo desplazado del mix energético global. El repunte del pasado año fue una excepción, no una revitalización. El carbón, con el tiempo, será el último recurso mientras el mundo transita hacia otras fuentes de energía. Ya este año, estamos viendo producir a muchas plantas de carbón sus últimos kilowatios-hora.
El ascenso del coche eléctrico: el coche eléctrico no es nuevo, pero sí su capacidad para competir con los automóviles tradicionales. En el Summit anual, Jean-Pascal Tricoire, CEO de Schneider Electric, afirmó que en 2030 la flota de vehículos eléctricos podría substituir al 50% de los coches actuales. Esta paridad entre vehículos eléctricos y tradicionales puede venir dada por la innovación y el desarrollo de la tecnología de las baterías y la progresiva escalada de precios del petróleo. Además, el despliegue del coche eléctrico redefine el papel de la energía en el transporte.
La regulación, la desregulación, las nuevas tecnologías y su impacto en la compra de energías renovables: en los últimos años se está batiendo el récord de potencia solar instalada y la energía eólica está siguiendo el mismo camino. Las compras corporativas son, en gran parte, responsables de este crecimiento. Los compradores buscan cumplir los compromisos del acuerdo de Paris, el RE100, las Science-Based Targets, el Carbon Disclousure Project (CDP), la Global Reporting Initiative (GRI), etc. En algunos mercados, además, estos compradores están encontrando que la energía tradicional y la verde tienen precios similares, y que una tecnología más barata baja el coste de la energía renovable.
Las dos últimas tendencias, quizás son menos conocidas, pero no por ello son menos importantes, ya que nos ayudan a entender mejor la evolución de las dinámicas energéticas y de los precios. Estas tendencias son los sistemas de calefacción de bajas emisiones y la creciente fuerza que están cogiendo objetivos medioambientales denominados SBT (Science Based Targets). Al contrario que los objetivos fijados de forma individual por las organizaciones, los STB siguen una metodología aceptada de forma internacional y además son estándar, proporcionales al compromiso y fácilmente medibles. Esta iniciativa busca alinear los objetivos medioambientales de la empresa con la ciencia climática.
Fuente: Schneider Electric
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