La Comisión de Minería y Energía del Senado de Chile aprobó el proyecto que exige el cese del funcionamiento de todas las termoeléctricas durante los próximos 9 años.
“ARTÍCULO ÚNICO: Prohíbese inyectar al Sistema Eléctrico Nacional, a partir del primero de enero de 2030, energía eléctrica cuya fuente primaria sea la combustión de sustancias fósiles”.
El sólo enunciado del proyecto de Ley, que la semana pasada fue aprobado en la Comisión de Minería y Energía del Senado de Chile, lo dice todo.
La iniciativa, que ahora espera tratamiento en el recinto de la cámara alta, en efecto propone el cese de 13.304 MW que actualmente están operativos, el cual representa el 44,7% de toda la oferta de generación eléctrica instalada de ese país.
Según el último reporte de Generadoras de Chile, que releva datos hasta septiembre pasado, existen 5.016 MW que funcionan a gas natural, 5.064 MW a carbón y 3.224 MW de combustibles derivados del petróleo (principalmente diésel).
Además, el proyecto supone un parate para los 105 MW derivados del petróleo que están en etapa de pruebas, pronto a ingresar en funcionamiento, y de los 281 MW térmicos en construcción.
Proyecto ambicioso
Cabe resaltar que desde el Coordinador Eléctrico Nacional se han manifestado, en numerosas ocasiones, contra el sólo cierre de todas las centrales termoeléctricas a carbón al 2025. Durante el año pasado han manifestado que este avance podría generar falta de respaldo en el sistema y una suba de tarifas.
Con el proyecto de Ley aprobado en Comisión la semana pasada, el reto será aún mayor, considerando que a inicios del 2030 sólo deberían funcionar centrales generadoras de energía eléctrica que no emitan CO2.
Fuente: Energía Estratégica
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