El gobierno actual de México tiene la oportunidad de diseñar una estrategia audaz que permita, en los próximos cinco años, que la generación de energía limpia represente el 45% de la demanda eléctrica nacional, promoviendo una matriz energética diversificada para atender el creciente consumo del país.
En 2024, México generó solo el 22% de su electricidad a partir de fuentes renovables, una cifra por debajo del promedio mundial del 32% y muy alejada del promedio latinoamericano del 62%. En octubre de 2024, la presidenta Claudia Sheinbaum afirmó en su discurso de toma de posesión que se promoverán las energías renovables para alcanzar una participación del 45% en la generación eléctrica para 2030.
La Estrategia Nacional del Sector Eléctrico, presentada en noviembre de 2024, contempla tres escenarios posibles para la transición energética, siendo el más ambicioso aquel que busca lograr un 45% de energía limpia para 2030. Un análisis reciente de Ember destaca los beneficios socioeconómicos y de seguridad energética asociados con la implementación de metas ambiciosas en generación solar y eólica para esa fecha.
“El sector eléctrico mexicano está en una posición vulnerable. La dependencia de combustibles fósiles importados para la generación eléctrica pone en riesgo la capacidad del país de cumplir con su responsabilidad de ofrecer un suministro confiable y asequible a su población. Alcanzar metas elevadas en energía solar y eólica fortalecerá la independencia energética de México, además de generar múltiples beneficios socioeconómicos”, afirma Wilmar Suárez, analista para América Latina de Ember.