En un contexto global donde el cambio climático acelera la transición energética, Unilever dio un paso importante hacia su meta de alcanzar emisiones cero. La compañía firmó un acuerdo de largo plazo con MSU Green Energy para que toda la energía eléctrica utilizada en sus plantas industriales y oficinas en Argentina provenga de fuentes renovables, específicamente del Parque Solar Pampa del Infierno, ubicado en Chaco.
Este convenio posiciona a Unilever como el principal consumidor industrial de la energía generada en dicho parque, que es el más grande del país destinado a abastecer al sector industrial. Se estima que se inyectarán más de 77.000 MWh anuales de energía limpia a la red eléctrica nacional, evitando la emisión de aproximadamente 185.000 toneladas de CO₂ cada año.
Natalia Giraud, directora de Asuntos Corporativos de Unilever, expresó: “Lo que nace del sol en el norte argentino ingresa a la matriz energética para convertirse en energía para nuestras plantas y, finalmente, en productos que llegan al hogar de millones de personas”.
El compromiso de Unilever con la sostenibilidad no es nuevo; desde 2019, ha adquirido certificados IREC para garantizar que su consumo eléctrico provenga de energías renovables. Además, ha implementado mejoras en eficiencia energética en sus plantas de Pilar, Tortuguitas, Gualeguaychú, Rosario y Mendoza, incluyendo la instalación de paneles solares, domos para luz natural y termotanques de bajo consumo.
Este paso refuerza su estrategia hacia el objetivo Net Zero 2030, alineada con las recomendaciones del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC), que advierte sobre la necesidad urgente de reducir las emisiones globales en un 43% para esa fecha.
Por su parte, Manuel Santos Uribelarrea, CEO de MSU Green Energy, destacó: “La energía solar representa el 73% del crecimiento de las energías renovables a nivel mundial. Este acuerdo demuestra cómo las organizaciones pueden colaborar para impulsar la innovación y construir un futuro más sostenible desde Argentina”.