La producción de bioetanol puede generar empleo y producción en distintas regiones del país, y agregar valor a los cultivos producidos en Argentina.
En 2024, la producción de bioetanol en Argentina alcanzó un récord de 1,21 millones de metros cúbicos, lo que representa un crecimiento del 4% en comparación con el año anterior. Este aumento se debió principalmente a la recuperación de la producción de caña de azúcar, que permitió un salto del 26% en la producción de etanol a base de este insumo. Por otro lado, la producción de etanol de maíz disminuyó un 6% debido a una menor producción de maíz.
La producción de bioetanol en Argentina se concentra en dos epicentros productivos: la provincia de Córdoba para el etanol de maíz y el NOA para el etanol de caña de azúcar, con Tucumán, Salta y Jujuy como provincias destacadas. En promedio, el 60% del bioetanol producido en el país proviene del maíz, mientras que el 40% restante se produce a partir de caña de azúcar.
El desarrollo de biocombustibles como el bioetanol es beneficioso para la economía argentina, ya que agrega valor a los cultivos producidos en el país y mitiga las emisiones de gases de efecto invernadero. Además, la producción de bioetanol genera empleo y producción a nivel federal. Sin embargo, la industria del bioetanol en Argentina tiene un gran potencial para crecer, ya que actualmente opera con una capacidad ociosa del 16%.
Para potenciar el desarrollo del bioetanol en Argentina, se pueden implementar diversas iniciativas, como la promoción del biometano y el biogás, la ampliación de mercados de carbono y la certificación de productos originados de la biomasa. Un ejemplo de estas iniciativas es el Plan Director de Migración de uso de Combustibles Fósiles a Biocombustibles de la provincia de Córdoba, que ha realizado ensayos de E17 y E70 con bioetanol a base de maíz.