El gobierno provincial busca soluciones para garantizar el suministro de energía y evitar apagones.
La ministra Latorre había decidido extender la concesión de operación de Los Nihuiles por un año, pero un aluvión el 11 de enero dañó gravemente las centrales Nihuil II y III, afectando la generación y transporte de energía eléctrica. Esto provocó un apagón de 10 horas en marzo y puso en riesgo el suministro de energía en el sur mendocino. El gobierno provincial enfrenta un problema adicional: no puede cumplir con el plazo legal para licitar la operación del complejo hidroeléctrico porque Hinisa, el operador actual, no puede entregar un inventario detallado de las instalaciones debido a los daños.
La infraestructura de Los Nihuiles sufrió graves daños, especialmente en el autotransformador de Nihuil II, lo que genera dudas sobre su confiabilidad durante el próximo invierno. El gerente de Edeste, Raúl Stasi, advirtió que el riesgo de apagones sigue latente y propuso que la Provincia licite la compra o alquiler de un autotransformador igual al dañado. Esto permitiría asegurar la provisión de energía, aunque sea de manera reducida.
La empresa International Power Services (IPS) había mostrado interés en hacerse cargo de la reparación y competir en la licitación, pero la emergencia de la infraestructura frenó sus aspiraciones. La ministra Latorre destacó que es necesario evaluar el estado actual de las instalaciones y determinar la inversión necesaria para repararlas antes de definir el futuro de la concesión.
El Ente Provincial de Regulación Eléctrica (EPRE) debería diseñar una licitación para instalar un transformador en la hidroeléctrica del Agua del Toro, lo que aseguraría la provisión de energía desde la red troncal. Esta medida podría mitigar el riesgo de apagones y garantizar el suministro de energía en la región.