La reducción de subsidios a la energía eléctrica: un paso hacia la eficiencia energética, pero con impacto social negativo.
En solo un año, el Estado nacional redujo significativamente su participación en el costo de la energía eléctrica. En enero de 2024, el Estado cubría el 78% del costo, mientras que en enero de 2025, esta cifra se redujo al 16%. Esto se debe principalmente al aumento de las tarifas de luz para hogares, industrias y comercios.
Según un informe de la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (Cammesa), en enero de 2024, el costo del sistema eléctrico era de $50.333 por megavatio-hora, mientras que los usuarios pagaban solo $11.134. Esto significaba que el Estado aportaba el 77,9% del costo mayorista de la energía con subsidios.
Sin embargo, en enero de 2025, el precio monómico aumentó a $69.746 por megavatio-hora, y el precio estacional pagado por los usuarios ascendió a $58.664. Esto significa que los hogares, comercios y la industria pagan ahora el 84,1% del costo mayorista de la energía eléctrica.
La reducción de los subsidios se debe en parte a la puesta en marcha del Gasoducto Perito Francisco Pascasio Moreno, que permitió una mayor capacidad de transporte de gas desde Neuquén hasta Buenos Aires. Además, las energías renovables representan ya un 16% de la matriz de consumo eléctrico.
Es importante destacar que, aunque la reducción de los subsidios puede tener un impacto social negativo, el gobierno y los actores del mercado consideran que es inevitable para corregir desequilibrios y fomentar un consumo energético más eficiente.
Fuente: clarin