“Las generadoras de energía eléctrica nos encontramos frente a un panorama más competitivo y un mercado atomizado. El desafío es posicionarnos como viabilizadores energéticos de diferentes industrias, con la capacidad de adaptarnos a las nuevas demandas”, afirma Martín Mandarano, CEO de la compañía, quien anticipa inversiones.
“El 2025 será un año desafiante para el sector. Las generadoras de energía eléctrica nos encontramos frente a un panorama más competitivo y un mercado atomizado donde el desafío es posicionarnos como viabilizadores energéticos de diferentes industrias, con la capacidad de adaptarnos a las nuevas demandas. Considerando los recursos y las zonas con disponibilidad de transporte, se puede generar energía más eficiente, accesible y confiable que contribuya al desarrollo energético del país, y eventualmente pueda exportarse al mundo”, indica el CEO de YPF Luz, Martín Mandarano, y agrega que, en este contexto, “la perspectiva de YPF Luz es seguir creciendo, eligiendo la ubicación geográfica estratégica para producir más energía renovable, optimizando el recurso y el transporte eléctrico disponible”.
¿Cuáles serán los principales focos de desarrollo e innovación?
La complementariedad de los recursos renovables (eólico y solar) y el gas natural representa una oportunidad, sobre todo en Argentina. Dentro de los sectores con los que podemos colaborar para su desarrollo, se encuentra la minería, el cobre y el litio. En este sentido, YPF Luz está desarrollando e impulsando un proyecto de interconexión de alta tensión junto a Central Puerto, para abastecer de energía eléctrica a la zona de la Puna Argentina. El proyecto permitirá conectar al Sistema Argentino de Interconexión (SADI) las demandas del sector minero y de las comunidades locales en las zonas del Salar de Pastos Grandes y del Salar del Hombre Muerto, ubicados en las provincias de Salta y Catamarca. Además, contempla una posible ampliación hasta el Salar de Carachi Pampa, en Catamarca. Este esfuerzo conjunto implicaría una inversión de entre US$ 250 y US$ 400 millones, dependiendo del alcance final de la obra. El desarrollo contempla la construcción de una línea eléctrica de aproximadamente 140 km que potencialmente podría ampliarse hasta 350 km de extensión.
Fuente: Mercado