Las empresas interesadas en exportar gas natural licuado (GNL) argentino a Europa comenzaron a prestar atención a las derivaciones de una flamante directiva europea en materia de ambiente y derechos humanos que regirá sobre todas las actividades económicas.
La directiva establece que todas las empresas deberán notificar o medir las emisiones de nivel 3, forzando a los importadores de energía a conseguir información de las productoras de gas y petróleo que les abastecen. El tema ya generó una fuerte advertencia de Qatar, uno de los principales abastecedores de GNL. La Unión Europea (ue) aprobó a mediados de 2024 la directiva de Diligencia Debida en materia de sostenibilidad corporativa (CSDDD por sus siglas en inglés). La medida, que deberá ser integrada a la legislación nacional de cada uno de los Estados miembros de la unión antes de julio de 2026, entrará en funcionamiento de forma escalonada e introducirá requisitos obligatorios de diligencia debida medioambiental y en materia de derechos humanos para las grandes empresas de la UE y de fuera de la unión que operen dentro de esta. Específicamente, la directiva alcanzará a todas las empresas fuera de la Unión Europea que generen un “volumen de negocios neto en la Unión” de cómo mínimo de 450 millones de euros en cada año fiscal. Las empresas podrían recibir multas de hasta el 5% de sus ingresos anuales globales si no abordan los impactos adversos sobre los derechos humanos o el medio ambiente. La nueva normativa supondrá un gran desafío para la comercialización de hidrocarburos como el GNL en la UE. La forma en que los Estados adoptarán la normativa en sus legislaciones está en plena discusión, aunque la principal responsabilidad recaería sobre los importadores en Europa.