El emprendimiento está planeado para cubrir un área de nada menos que 22.700 kilómetros cuadrados (km2) en la costa desértica de Australia Occidental. Se trata de una extensión que supera en tamaño a países como Eslovenia o El Salvador.
La zona propuesta para su instalación es, una de las zonas de Australia con menor densidad poblacional en un país en el que apenas tiene 3 personas por kilómetros cuadrado. Denominada Western Green Energy Hub (WGEH), la iniciativa sería construido en diferentes fases, siendo la primera de unos 8 gigawatts (Gw) combinados de eólica y solar. Pero los planes hablan de instalar 3.000 aerogeneradores de entre 7 y 20 megawatts (Mw) de potencia y 60 millones de paneles fotovoltaicos. Suponiendo aerogeneradores de 10 Mw y paneles fotovoltaicos de 700 watts, esto daría una potencia instalada de 30 Gw eólicos y 42 Gw solares. Todo ello acompañado de equipos para la generación de hidrógeno. Los desarrolladores afirman que podría generar más de 200 terawatts (Twh) de energía renovable al año. Por poner en perspectiva, la demanda eléctrica en España no llega a los 250 Twh y en Australia la demanda eléctrica se quedó en 274 Twh el año pasado. En concreto, el complejo tendría activos de generación de energía eólica y solar y de producción de hidrógeno verde mediante electrólisis, junto con la infraestructura adecuada de conexión eléctrica e infraestructura de conexión de hidrógeno; un área de procesamiento y producción donde el hidrógeno generado se convertirá en combustibles verdes y posiblemente se usará y/o venderá para diversos productos de valor añadido; e infraestructura de apoyo y servicios, que incluye una instalación de descarga marítima, plantas de desalinización e instalaciones para el personal, áreas residenciales y comerciales.