La compañía avanza en la producción de diésel renovable en Argentina luego de conseguir una certificación de la Unión Europea y el Reino Unido que lo avala.
Un paso que se inserta en un marco de creciente alerta sobre la crisis climática y de fuertes cuestionamientos al modelo energético tradicional, basado en la explotación de hidrocarburos. Las alarmas provenientes de las organizaciones comunitarias, los científicos e incluso los organismos internacionales sobre el ambiental que genera la explotación de hidrocarburos llevó a las grandes empresas del sector a responder al clima de época a través de la inversión en energías renovables y otros procesos alternativos. Uno de ellos es la producción de diésel de origen renovable, que no es exactamente lo mismo que el biodiésel. La principal diferencia radica en el proceso productivo. El llamado diésel renovable o diésel verde se genera por “hidrotratamiento”, consistente en tratar aceites vegetales con hidrógeno para obtener un producto “químicamente idéntico al diésel de origen convencional o fósil, y por lo tanto con idénticas propiedades de calidad y performance, pero con menor huella de carbono”. En cambio, en la producción del biodiésel se emplea metanol y el resultado presenta algunas diferencias con el diésel convencional. Así lo explican fuentes de Raízen Argentina.
Fuente: Diario con Vos
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