Más del 80% de las empresas industriales alemanas está a favor de imponer aranceles punitivos a los coches eléctricos chinos en el caso de que sean subvencionados de forma desleal. La información viene de un estudio, encargado por el Instituto de la Empresa Alemana (IW), cercano a la patronal, y se basa en una encuesta representativa de casi 900 empresas industriales y proveedores de servicios relacionados con la industria, realizado en marzo y abril.
En mayo, Estados Unidos impuso aranceles especiales del cien por cien a las importaciones de coches eléctricos y otros productos procedentes de China. Washington acusa a Pekín de distorsionar la competencia mediante cuantiosas subvenciones estatales. La Comisión Europea (CE) también está estudiando la imposición de aranceles punitivos a los coches eléctricos chinos. Los fabricantes alemanes de automóviles, que generan gran parte de sus beneficios en el país asiático, han advertido sin embargo contra los aranceles, que podrían ser respondidos con medidas en China contra sus productos.
Según cálculos del Instituto de Economía Mundial de Kiel (IfW), los posibles aranceles de la UE a los coches chinos provocarían un notable aumento de los precios de compra de los vehículos eléctricos. La encuesta del IW muestra que numerosas empresas alemanas se quejan de que el Gobierno chino distorsiona la competencia. Dos tercios de las empresas con competidores procedentes de China afirman que estos les obligan a rebajar sus propios precios en más de un 30 por ciento.
Fuente: La Nación
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