Según el estudio publicado en la revista Scientific Reports, los humanos somos más sensibles a los cambios de temperatura de lo que se pensaba. De hecho, podemos percibir diferencias de temperatura tan pequeñas como 0,9 °C con una precisión sorprendente. “Seamos o no conscientes de ello, somos biológicamente sensibles”, afirma Laura Battistel, estudiante de Ciencias Cognitivas y del Cerebro de la Universidad de Trento, que dirigió el estudio. Y eso podría marcar la diferencia a la hora de afrontar el cambio climático.
Aunque es crucial tener en cuenta que el impacto real de los cambios de temperatura radica en cómo alteran los sistemas medioambientales y meteorológicos, Battistel espera que su investigación ayude a la gente a comprender hasta qué punto sentirán realmente un cambio de temperatura de un grado centígrado debido al calentamiento global, lo que quizá podría inspirarles a preocuparse por las soluciones al cambio climático.
En el estudio, Battistel y su equipo pidieron a los participantes que caminaran entre dos cámaras de clima controlado, que tenían una diferencia máxima de dos grados Celsius. Lo que descubrieron fue que la respuesta de los participantes era sorprendentemente precisa: eran capaces de detectar menos de un grado completo de cambio de temperatura y, en la mayoría de los casos, adivinaban que la diferencia de temperatura era mayor de lo que era.
Fuente: National Geographic
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