El fondo, de US$ 27.000 millones en total, pone el foco principalmente en las comunidades pobres y desfavorecidas que se ven muy afectadas por la contaminación.
La Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos concedió más de US$ 20.000 millones en subvenciones federales de “bancos verdes” a ocho bancos de desarrollo comunitarios y organizaciones sin ánimo de lucro para proyectos de lucha contra el cambio climático en comunidades desfavorecidas y para ayudar a los estadounidenses a ahorrar dinero y a reducir su huella de carbono.
Los fondos podrían financiar decenas de miles de proyectos que van desde bombas de calor residenciales y otras mejoras de eficiencia energética en hogares, a proyectos de mayor escala como estaciones de carga para vehículos eléctricos o centros de refrigeración comunitarios.
La vicepresidenta, Kamala Harris; el administrador de la agencia, Michael Regan, y otros funcionarios tienen previsto anunciar la selección de ayudas durante una visita a Charlotte, Carolina del Norte, este jueves.
Los beneficiarios recibirán subvenciones competitivas de dos de los tres programas supervisados por el “banco verde” creado por la histórica ley climática del gobierno de Joe Biden, la Ley de Reducción de la Inflación, aprobada en 2022.
Conocido formalmente como Fondo de Reducción de Gases de Efecto Invernadero, el banco, dotado con US$ 27.000 millones, es uno de los muchos esfuerzos federales para invertir en soluciones que reduzcan las emisiones de gases de efecto invernadero que calientan el planeta y aborden el cambio climático causado por el hombre, un asunto en el que Biden ha hecho hincapié durante su presidencia y en su campaña para la reelección.