Más allá de la concepción que pueda tener la nueva gestión de Javier Milei sobre el cambio climático, Argentina tiene metas por cumplir. Son objetivos planteados por ley y que tienen un compromiso internacional. Una de las metas más cercanas que el 20% de la energía generada sea de fuentes renovables.
Según la Ley 27191, antes del 31 de diciembre de 2025, Argentina debe cumplir con una meta clave en el camino hacia la transición energética. Ese horizonte es que debe alcanzar un 20% del abastecimiento energético con fuentes renovables no convencionales. Esto quiere decir que las fuentes deben ser, principalmente, solar y eólica.
Dentro de las energías renovables, la más tradicional es la hidroeléctrica, que es una de las fuentes fundamentales, aportando, según el balance de Cammesa, poco más del 25% de la potencia instalada. De todas maneras, la idea y la meta de la Ley 27.191 es centrarse en las renovables como la solar y la eólica, que en 2022 llegaron a aportar el 13% de la energía a nivel nacional (19.340 GWh) y que, para el balance del 2023, la estimación es que supere ese número, pero no será un gran salto. Así y todo, la meta del 20% pareciera ser cumplible.
La expectativa con las renovables crece día a día a nivel global. Claro, a nivel nacional también crece, pero, tras el cambio de mando en el Ejecutivo nacional, reina la incertidumbre. Al igual que en decenas de áreas, el DNU 70/2023 firmado por el presidente Javier Milei también sembró dudas en el sector energético privado que está pensando en invertir. En tanto, los interrogantes son mayores en las empresas fundamentales del ecosistema energético que tienen un componente estatal.
Fuente: Unidiversidad
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