México se rezaga frente a otros países de América Latina donde han implementado programas de estímulos para la compra de vehículos híbridos y eléctricos.
Los apoyos pueden ser de carácter financiero con efecto directo sobre el precio del auto, pero también existen indirectos o no fiscales, como beneficios en estacionamientos, carriles preferenciales, circulación por zonas restringidas o exención de pago de peajes, los cuales promueven la circulación y visibilidad de coches híbridos y eléctricos. Sin embargo, México todavía no ha establecido una política integral de estímulos a la venta o la producción de autos híbridos y eléctricos, más allá de otorgar algunas exenciones fiscales y en el programa de verificación.
En noviembre del año pasado, durante la Cumbre Climática realizada en Egipto (COP27), el gobierno mexicano se comprometió a reducir las emisiones de gases contaminantes hasta 35% en 2030 y convertirse en un país neutral en carbono en 2050, pero esta meta se ve lejana sin incentivos para que la flota vehicular cambie a híbridos o eléctricos.
La Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA) llevó a cabo un estudio junto con la consultora Frost & Sullivan que reveló que es indispensable el desarrollo de programas y mecanismos que fomenten la renovación del parque vehicular comercial y del gobierno, y promover planes de sustitución obligatoria de la flota de coches con motor de combustión interna por unidades híbridas y eléctricas.
Fuente: Plano Informativo
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