El grupo australiano que invirtió en Argentina para producir hidrógeno verde atraviesa una crisis interna

Andrew Forrest insta a los inversores a mantener la fe mientras surgen tensiones sobre la descarbonización de Fortescue.

Andrew Forrest, multimillonario fundador y presidente ejecutivo de Fortescue, la tercera empresa minera más grande de Australia, apareció en la fiesta del 20 aniversario del grupo en un camión minero, ondeando una bandera de la compañía, mientras “Thunderstruck”, de AC/DC, sonaba a todo volumen en los parlantes.

Las celebraciones continuaron hasta la noche mientras 700 invitados, que fueron trasladados en vuelos chárter a la mina Solomon, de la compañía, en el desierto de Australia Occidental, disfrutaron de un espectáculo de luces, un bar de ostras y un concierto del cantante de rock Jimmy Barnes.

Forrest, que había fracasado con una empresa anterior de níquel, fundó Fortescue en 2003 y la convirtió en una importante minera de 62.000 millones de dólares australianos (u$s 40.000 millones), capaz de competir contra BHP y Rio Tinto.

Fortescue, una de las historias de mayor éxito corporativo de Australia en las últimas dos décadas, transformó al ex corredor de bolsa en el hombre más rico de Australia. Sin embargo, las festividades enmascararon divisiones dentro de la empresa, que opera como minera de mineral de hierro y como pionera en la inversión en hidrógeno verde.

Apenas unos días después de la fiesta, Fiona Hick, directora ejecutiva de su división de metales, dejó el cargo de mutuo acuerdo después de seis meses en la posición. Christine Morris, a quien Hick contrató como directora financiera del grupo de metales, había estado en su puesto sólo dos meses antes de partir. Guy Debelle, que renunció a su trabajo de vicegobernador del Banco de la Reserva de Australia para unirse a la división de hidrógeno verde de Fortescue el año pasado, también dejó la empresa la semana pasada. Otras salidas en algunos de los otros negocios de Forrest han aumentado la impresión de un éxodo.

Lo que los analistas llamaron una “puerta giratoria” de ejecutivos plantea interrogantes sobre la cultura (descrita por Forrest como una “sala de calderas”) en la empresa. En reuniones internas previas a la fiesta, celebradas en la estación Minderoo de la granja de Forrest, los altos ejecutivos de Fortescue pusieron al descubierto diferencias de opinión sobre la velocidad y el enfoque para descarbonizar las operaciones mineras de la empresa para 2030, según dos personas con conocimiento de la situación.

Fuente: El Cronista

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