Busca avanzar en la transición hacia las energías limpias en el corto, mediano y largo plazo.
El Gobierno buscó avanzar en su transición hacia un sistema energético más sostenible y resiliente, según el Plan Nacional de Transición Energética a 2030 presentado recientemente. Este programa estableció la visión, objetivos y metas para orientar el desarrollo energético del país, teniendo en cuenta los desafíos y barreras existentes.
El documento destacó la importancia del sector energético para el desarrollo de las sociedades modernas, pero también reconoció el impacto ambiental negativo de la explotación de recursos fósiles. En 2019, el sector energético fue responsable del 78% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero. La Argentina fue responsable de solo el 51% de sus emisiones totales.
A pesar de que el país se encontraba por debajo del promedio mundial en cuanto a emisiones de gases de efecto invernadero, era fundamental para el país transformar su matriz energética hacia fuentes más limpias. Esta transición era crucial para cumplir con los compromisos establecidos en el Acuerdo de París y brindaba oportunidades de crecimiento económico.
El plan propuso medidas de política energética adicionales y complementarias a las ya implementadas, considerando el trabajo conjunto con el sector privado y público. Además, se señaló la importancia de actualizar el plan en función de los cambios en el contexto nacional e internacional, así como los avances tecnológicos.
Fuente: La Nación