Agregar 5.000km de nuevas líneas de transmisión, generar más de 50% de la energía con fuentes renovables y alcanzar el hito de 1GW de generación distribuida son algunas de las metas cuantitativas del plan nacional de transición energética de Argentina a 2030, recién aprobado por la Secretaría de Energía.
El objetivo principal es no superar los 349 millones en emisiones netas de CO2 equivalente en toda la economía para fines de 2030.
El plan establece varias áreas de acción, entre ellas actualizaciones y modificaciones legislativas.
La inversión necesaria asociada se estima en US$86.600 millones, de los cuales la eficiencia energética recibirá US$27.800 millones, la generación y el almacenamiento US$23.400 millones, la distribución de energía US$10.300 millones, el transporte de gas US$10.000 millones, el GNL US$10.000 millones, y la transmisión US$3.820 millones.
Como señala un documento anterior, el acceso a financiamiento a tasas competitivas se identifica como un gran obstáculo para conseguir estas metas.
Otro es la escasez de divisas, necesarias para importar tecnología o componentes de descarbonización. La transición energética hacia 2030 se planifica con esto en mente y buscando incentivar, cuando sea posible, la inclusión de nuevos proyectos que minimicen las necesidades de importación, lo que a su vez podría impulsar la creación de nuevas industrias.
Fuente: BNAmericas
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