Las inversiones en energía eólica y solar continuarían siendo elevadas en Brasil en el 2022 gracias a la expansión de las fuentes renovables entre los consumidores residenciales, comerciales e industriales y a la nueva normativa sobre generación distribuida.
El alto costo de la energía en el mercado regulado, que no debiera bajar en 2022, también está empujando a los usuarios a la generación distribuida y a las fuentes renovables.
La energía solar será un punto destacado, según el regulador sectorial, Aneel. La fuente aportará menos del 3% de la matriz energética del país al cierre de 2021, pero ha venido creciendo de manera sostenida.
El número de empresas, hogares y propiedades rurales que cuentan hoy con conexiones de energía solar pasó de 123.000 en 2019 a 215.000 en 2020 y superó las 314.000 a principios de diciembre, según la Aneel.
Otro motor que tendrán las fuentes renovables el próximo año, particularmente la energía solar, es la reciente aprobación en la Cámara Baja de un proyecto que crea un marco legal para la micro- y minigeneración de energía distribuida.
El presidente Jair Bolsonaro debiera promulgar la iniciativa próximamente. El sector espera que traiga mayor seguridad jurídica y un aumento de la inversión en nuevos proyectos, incluidos los de capitales extranjeros.
Fuente: BNAmericas
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