La empresa estadounidense Living Carbon con sede en San Francisco, California ha desarrollado técnicas basadas en la ingeniería genética para desarrollar una nueva variedad de árboles que pueden absorber una mayor cantidad de dióxido de carbono (CO2).
Living Carbon también desarrolla investigaciones para ralentizar la descomposición de los árboles, mediante la absorción de níquel y cobre, elementos que actúan como fungicidas. Al retardar este proceso natural, el carbono permanecería más tiempo en el interior de los árboles y como resultado no estaría impactando en la atmósfera.
Además de árboles que puedan capturar más carbono desde el aire, existe también la posibilidad de que puedan absorber elementos fungicidas y así demorar el proceso de liberación de carbono a la atmósfera, cuando ellos mueran y se descompongan.
Ingeniosas propuestas de esta empresa emergente parten, entre otros hechos, de que no habría suficiente espacio en el planeta para plantar el trillón de árboles necesarios para capturar el CO2 emitido por la combustión indiscriminada de petróleo, carbón y gas natural, entre otros agentes contaminantes. Es curioso que en el 2019 nuestro planeta contaba con más de 3 billones de árboles, según expertos de la Universidad de Yale, y que no han sido capaces de captar el CO2 que está contaminando la atmósfera.
Científicos de varias universidades de Estados Unidos han participado en las investigaciones que hoy pone en práctica la Living Carbon, y aseguran que plantar estos árboles a gran escala puede hacer la diferencia para el Planeta.
Fuente: Tierra News
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