Maersk construirá el primer buque portacontenedores del mundo que permitirá navegar con metanol o con combustible tradicional bajo en azufre. “El desarrollo de este buque es un desafío importante, pero ya hemos recorrido un largo camino en nuestro trabajo con el astillero y los fabricantes para alcanzar este hito. Si bien somos pioneros en estas soluciones para nuestra industria, estamos trabajando con tecnologías bien probadas y el potencial de costos de un escalado adicional se está volviendo muy claro para nosotros”, aseguró Ole Graa Jakobsen, jefe de Tecnología de Flotas, A.P. Moller – Maersk.
El barco tendrá una eslora de 172 metros y navegará en la red de Sealand Europe, una filial de Maersk, en la ruta marítima báltica entre el norte de Europa y la bahía de Botnia.
“El futuro de la navegación tendrá que ser sustentable y darles paso a los combustibles alternativos, es una tendencia que marca la Organización Marítima Internacional (OMI). En ese sentido la marina mercante nacional que urge volver a construir tiene que pensar en las nuevas fuentes de energía disponibles, tanto el GNL con el que queremos equipar a nuestros remolcadores en la hidrovía, como los biocombustibles y los barcos eléctricos y de hidrogeno, es el futuro del transporte marítimo, desde Argentina no podemos desoír esa clara tendencia”, dijo a Transport & Cargo Julio González Insfrán, secretario general del Centro de Patrones y Oficiales Fluviales, de Pesca y Cabotaje Marítimo.
González Insfrán, quien es un impulsor de la marina mercante argentina y abanderado de la sustentabilidad, ya tiene elaborados varios proyectos para la construcción de un remolcador impulsado a GNL y lanchas con motores a hidrogeno que se encuentran a la espera de conseguir la financiación necesaria para su desarrollo.
Fuente: Cronista