La Fundación IKEA y la Fundación Rockefeller han anunciado este lunes que aportarán conjuntamente 1.000 millones de dólares a una iniciativa global diseñada para acelerar el despliegue de las tecnologías de energía renovable distribuida y ayudar a las economías en desarrollo a ampliar sus esfuerzos de reducción de emisiones.
La nueva plataforma de inversión, que funcionará como una organización benéfica pública, se lanzará a finales de este año y otorgará fondos a proyectos enfocados en conectar a comunidades con fuentes locales y confiables de energía renovable.
El Acuerdo de París como meta
La iniciativa tiene como objetivo conectar a unas mil millones de personas con sistemas de energía renovable distribuida (DRE, por sus siglas en inglés), así como reducir en unos mil millones de toneladas las emisiones de dióxido de carbono.
Para ello, cada fundación se ha comprometido a aportar 500 millones de dólares de capital de riesgo, con la esperanza de que esa inversión inicial ayude a atraer fondos adicionales en un año por valor de hasta 10.000 millones de dólares por parte de agencias internacionales de desarrollo.
“Si el consumo mundial de energía no cambia de combustibles fósiles a energías renovables, no cumpliremos las metas del Acuerdo de París y millones de familias se quedarán atrás en la pobreza”, afirmó Per Heggenes, director ejecutivo de la Fundación IKEA, citado por Financial Times.
Cambio de enfoque
En este sentido, Heggenes aseguró que es necesario ser honestos y reconocer que el enfoque actual no está generando el impacto que el mundo necesita en el poco tiempo del que disponemos para frenar el calentamiento global.
Por su parte, Rajiv J. Shah, presidente de la Fundación Rockefeller, indicó que la nueva asociación “desbloqueará unos financiamientos y recursos que son esenciales para proporcionar una electricidad limpia y confiable que mejore las vidas y los medios de vida de las personas en todas partes”.
Los partidarios de la DRE sostienen que la caída del precio de la energía eólica y solar, así como de las baterías, proporciona un medio para que las comunidades que se encuentran fuera de la red en las economías en desarrollo accedan a una energía limpia confiable sin tener que esperar a que se expandan las más costosas redes eléctricas nacionales.