La lucha contra el cambio climático mediante el desarrollo de energías renovables está dando sus frutos. En 2020 la potencia eléctrica instalada en centrales de energías renovables registró un aumento a nivel global del 10,3 por ciento respecto a 2019, alcanzando los 2.799 gigavatios (GW), según establece el último informe ‘Estadísticas de capacidad renovable’, elaborado por la Agencia Internacional de Energías Renovables (Irena).
En plena transición energética, las renovables siguen ganando terreno a las energías basadas en combustibles fósiles y en 2020 más del 80 por ciento de la nueva capacidad eléctrica agregada fue ‘verde’.
El ‘triunvirato’ ganador
En este escenario, China, la UE y los Estados Unidos son los mejor posicionados respecto a la producción de esta energía. A la cabeza se sitúa el gigante asiático, con un total acumulado de 894,8 GW de potencia instalada, de los que 136 GW corresponden al crecimiento producido en 2020.
El segundo lugar lo ocupa la UE, que sumó el año pasado 528,5 GW de potencia instalada en renovables, con Alemania como líder con un 131 GW. España tenía a finales de 2020 un total de 59,1 GW y su crecimiento anual fue de 4,33 GW.
El tercer lugar del pódium es para los Estados Unidos con 292 GW y un crecimiento en 2020 de casi 29 GW.
No obstante, este ranking podría cambiar tras la llegada de Biden a la Casa Blanca y la vuelta de los EEUU al Acuerdo de París.
Con este cambio radical respecto a la política de Trump, Biden pretende crear una red eléctrica libre de carbono para 2035 y descarbonizar la economía estadounidense en 2050, para lo que proyecta invertir 1,7 billones de dólares en energías renovables durante los próximos diez años.
Las perjudicadas
Este impulso a la energía verde por parte de los Estados Unidos puede desbancar del segundo puesto del ranking a la Unión Europea, lo que, según los expertos, afectaría a las renovables españolas y a su cotización en bolsa, que después de firmar un 2020 con revalorizaciones que superaron el 200 por ciento, ahora se hunden en la parte baja de la tabla.
El mal comportamiento de las renovables también se refleja en la paralización de sus salidas a bolsa previstas para este año. Se habían proyectado realizar 11 operaciones entre salidas a los mercados y ampliaciones de capital y, por el momento, solo Ecoener cotiza en el parqué.
Opdenergy retrasó sin fecha su salida a cotizar prevista para el 7 de mayo. Según informó a la CNMV, el retraso ha estado motivado por «las inestables condiciones de los mercados en su conjunto y para las compañías de energías renovables»
Antes de Opdenergy ya habían aplazado su debut en el parqué Gransolar y Capital Energy. También Repsol ha optado por demorar la salida de su filial de renovables. No obstante, aún hay dos empresas que se mantienen firmes sus planes de cotizar: Factorenergía y Acciona, que lo hará con su filial de renovables.
Un aplazamiento justificado
«Aplazar la salida a los mercados por parte de estas empresas es coherente y lógico», señala Gonzalo Sánchez, director de inversiones en Gesconsult, ya que, «cuando diseñas una salida a bolsa hay que medir el momento de mercado y si no va tener éxito la captación de fondos no merece la pena salir».
A pesar de las caídas de sus cotizaciones, los expertos siguen viendo mucho potencial en las empresas verdes, sobre todo a largo plazo.
«Las renovables han llegado para quedarse», asegura Juan José Fernández-Figares, director del Departamento de Análisis de Link Securities, y más si se tiene en cuenta que la demanda eléctrica se duplicará hasta 2050.
Por ello, el analista está convencido de que «a otros precios volverá el interés de los inversores por las renovables». No obstante, a corto plazo el problema son las valoraciones que limitan los retornos potenciales de los inversores, por lo que «si siguen corrigiendo los precios entrará dinero en el sector».