El estrés hídrico sufrido por los forestales en virtud de la baja de los niveles de agua de riego y el registro de un otoño de altas temperaturas han influido en la actividad biológica del árbol.
Es por ello que las instituciones públicas o privadas como así también los particulares, sólo podrán realizar intervenciones sobre el arbolado público con un informes previos y autorizaciones correspondientes por parte de las áreas de ambiente de los distintos municipios y la Dirección de Arbolado Público de la Secretaría de Estado de Ambiente y Desarrollo Sustentable.
Se recomienda realizar poda solo en casos excepcionales, como es el caso de ramas secas, peligrosas con probabilidad de caídas o desgajes, priorizando la seguridad pública en caso de emergencia, mantenimiento de la línea de servicios eléctricos, despeje de luminarias, el paso de transeúntes, de vehículos de gran porte u otro tipo de intervención justificada técnicamente por los organismos competentes. Fuente: SI SAN JUAN.