Al cabo de un año de funcionamiento, el programa comunitario de generación eléctrica fotovoltaica impulsado por la Cooperativa de Servicios Públicos y Sociales de Luque, representa una provechosa experiencia piloto en pos del uso responsable y eficiente de la energía.
vanza el proyecto iniciado por la distribuidora de servicios de Luque, un programa con claros objetivos ambientales y sociales, que entraña la participación de los asociados cooperativos y permite integrar, con perfil asociativo, tanto a usuarios residenciales como a grandes inversores, mediante un modelo de coparticipación orientado al fomento de la producción energética sostenible.
Un esquema que se sintetiza en la premisa cooperativa: numerosos usuarios de una misma área de concesión se constituyen en un Usuario Generador Comunitario.
El proceso de producción de la planta de Luque funciona mediante paneles que transforman la radiación solar en energía eléctrica en forma de corriente directa. Posteriormente, un inversor se encarga de transformar la energía en corriente directa a corriente alterna. La energía que genera el parque se inyecta a la red eléctrica de la cooperativa.
En referencia a los orígenes del emprendimiento, Juan José Vottero, presidente de la cooperativa, destacó: “Con la empresa especializada Iris Energía trazamos un programa con la mirada puesta en los asociados, un sistema que permitiera la generación en forma organizada, así surgió el concepto de Comunidad Solar”.
“Este parque es un laboratorio, pudimos llevar a la práctica toda la teoría que se articuló al momento de diagramarlo. Es un modelo de negocios muy interesante, hemos tenido la suerte de promover la venta de acciones, son nuestros asociados los que pueden comprar, actualmente es un parque de 30 kW. El proyecto es a largo plazo, muy posiblemente trascienda gobiernos, por el momento es un modelo, pero nuestra iniciativa es llevarlo a más”, agregó Vottero.
Para los usuarios residenciales y las empresas radicadas en la localidad de Luque que participan en calidad de accionistas, el parque fotovoltaico significa la reducción de costos eléctricos, la optimización de espacios y economía de escala, la incorporación de beneficios fiscales, y muy especialmente, la diversificación de la producción energética atendiendo a la disminución de gases de efecto invernadero por desplazo de la generación fósil.
En este sentido, enfatizó el titular de la cooperativa: “Es un modelo de negocios en donde todas las partes salen beneficiadas, porque parte de principios cooperativos”.
De hecho, los usuarios que invierten en el parque reciben una bonificación en su factura, traducida en una cantidad fija de KWh/mes que se le descuenta en el extracto a pagar, de conformidad a las “parcelas” de parque adquiridas. A su vez, el capital aportado es reinvertido en el desarrollo de nuevas etapas del emprendimiento.
Este esquema no sólo permite que, a largo plazo, todos los asociados de la cooperativa puedan adherirse al sistema, sino también, facilita el acceso a la energía solar de manera gradual, invirtiendo según las posibilidades económicas. Fuente: La Voz.
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