Casi una de cada cuatro muertes está relacionada con las condiciones insalubres medio ambientales, lo que representa 12,6 millones de decesos al año en el mundo; en tanto, en la Argentina, un diagnóstico sobre clima y salud, elaborado por la Coordinación de Salud Ambiental del Ministerio de Salud de la Nación, identificó a las olas de calor y frío, a las inundaciones y sequías, a los vientos fuertes y a la radiación UV como los principales “impactos directos” ambientales en la salud de la población.
Según un reporte de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el 23 por ciento de las muertes en el mundo se deben a causa de la insalubridad del medio ambiente, de las cuales el 65 por ciento (8,19 millones) son debido a un centenar de enfermedades no transmisibles o traumatismos consecuentes de diversos factores de riesgo ambientales, como la contaminación del aire, el agua y el suelo, la exposición a los productos químicos, el cambio climático y la radiación ultravioleta.
La salud ambiental es un concepto sanitario que refiere al “impacto que tienen en nuestra vida, en la salud de las personas, los determinantes socioambientales”, señaló Marina Orman, coordinadora nacional de Salud Ambiental, en diálogo con Télam Radio.
Conforme a la funcionaria, “determinantes como la calidad del agua y del aire, las consecuencias del cambio climático impactan en la salud de las personas”, lo cual hace que las muertes que se producen en la Argentina y el mundo “puedan ser evitables. Esto quiere decir que si nosotros podemos tomar medidas y adelantarnos a esos problemas, habrá una mejor calidad de vida para las personas que estén expuestas a esas enfermedades”.
Orman se refirió así a las 10 principales causas de muerte en el mundo relacionadas a la insalubridad del medio ambiente.
Conforme a la OMS y por número de fallecimientos que ocasionan, entre ellas se destacan: accidentes cerebrovasculares (2,5 millones); cardiopatía isquémica (2,3); lesiones no intencionales y cáncer (1,7 cada una); enfermedades respiratorias crónicas (1,4); enfermedades diarreicas (846.000); infecciones respiratorias (567.000); afecciones neonatales (270.000); paludismo (259.000); y lesiones intencionales (246.000).
Un informe de la OMS, datado en el 2017, ya advertía al mundo que se producen 1,7 millones de defunciones infantiles anuales como consecuencia de la contaminación ambiental.
“Cada año, las condiciones insalubres del entorno, tales como la contaminación del aire en espacios cerrados y en el exterior, la exposición al humo de tabaco ajeno, la insalubridad del agua, la falta de saneamiento y la higiene inadecuada, causan la muerte de 1,7 millones de niños menores de 5 años”, consignó por entonces ese organismo multilateral.
Télam Radio: ¿Qué desafíos tiene la Argentina por delante en materia de salud ambiental?
Orman: Es importante su presencia en las agendas de gobierno, en todas las jurisdicciones, es decir, la posibilidad de trabajar no solamente con otros organismos nacionales, sino con las provincias y municipios incorporando en la agenda estos determinantes. La posibilidad de adelantarnos a esas problemáticas hace que después sea un menor costo para el sistema de salud. Por lo tanto, generar normativa y recomendaciones que puedan alertar a la población, al sector salud, hace que entonces los resultados sean mejores y en definitiva que la morbimortalidad descienda respecto a las estrategias que se lleven adelante.
En ese sentido, el gobierno creó recientemente el Programa Nacional de Reducción de Riesgos para la Salud Asociados al Cambio Climático, que dependerá de la coordinación que lleva a cabo Orman y cuya primera misión es conformar una Mesa de Trabajo sobre Cambio Climático y Salud, integrada por diversas áreas del Ministerio nacional de Salud y también de las jurisdicciones, con foco territorial.
TR: En relación a la Argentina, ¿cuál es el cuadro de situación respecto a los factores relacionados a la salud ambiental?
O: Respecto a los determinantes socioambientales de la salud que conforman el concepto de salud ambiental, el abordaje desde nuestra área (NdR: la Coordinación) tiene que ver básicamente con la elaboración de normativas, directrices que son de adopción voluntaria, (aunque) muchas provincias se suman a las propuestas que vamos elaborando. También la prohibición de sustancias que son peligrosas para las personas, que inclusive en algunos casos tiene que ver con sectores etarios en particular e inclusive en algunos casos como el mercurio, el peligro que implica para las mujeres atendiendo a los problemas que les trae. Lo cierto es que nosotros trabajamos de manera, por un lado, holística porque abordamos la salud ambiental pero después desagregándolo a partir de temáticas en particular.
De acuerdo a la funcionaria, ello implica el análisis y abordaje de “la calidad del aire dentro de los domicilios, en espacios cerrados, la calidad de aire atmosférico. Cuando hablamos de agua podemos hablar de presencia o no de arsénico. Aguas que pueden presentar determinadas bacterias y sea peligroso no solamente para las personas que habitan en un lugar, sino también para los distintos visitantes cuando hablamos de aguas recreativas”.
Otro de los aspectos que Orman abordó en diálogo con el programa Sintonía Verde, de Télam Radio, fue “las consecuencias del cambio climático. Tal es el caso de las olas de calor y de frío, que tienen un impacto diferente (en la salud de la población) según la zona del país. Lo mismo con otras intoxicaciones y sustancias y la posibilidad de trabajar en los hospitales tomando la idea de hospitales inteligentes, hospitales que son resilientes ante determinadas emergencias y demás y que pueden dar respuesta optimizando sus recursos”. Fuente: Telam.
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