El gobernador eligió dos ciudades del interior donde funcionan algunas de las principales plantas de etanol, Villa María y de Río Cuarto para la vuelta a los recorridos por el interior. En ellas se ubican dos de las principales productoras de bioetanol de la provincia, beneficiarias del régimen de promoción Biocombustibles que vence en 45 días, que Córdoba reclama se extienda por cuatro años más y que tiene al gobierno de punta con la Casa Rosada. Tampoco es casualidad que las salidas se hayan dado en vísperas de lo que podría ser la primera visita del presidente Alberto Fernández a la provincia, que al cierre de esta edición se definía en la Casa Rosada para los días posteriores a Semana Santa. Una forma de marcar la cancha, en el territorio y a los dirigentes con que se reunió, luego de mucha vidriera con el intendente capitalino, Martin Llaryora, y la jefa del PJ Capital, la diputada Alejandra Vigo.
En ese marco, con un pie en la campaña electoral que seguramente lo volverá a encontrar sin referencias nacionales, como en 2019, el gobernador parece haber retomado una agenda de salidas, que venían limitadas por la pandemia. El mandatario suele decir que el Covid no puede ser el único tema (porque además no deja votos), y de hecho viene evitando anuncios y presencias vinculadas a la pandemia.
Schiaretti estuvo el lunes en Río Cuarto, la capital alterna provincia y nacional que tiene pendiente una visita presidencial. En el Panal consideran que AF no se animará desembarcar allí mientras esté abierto el tema Biocombustibles. Mientras, sigue de cerca las reuniones que funcionarios nacionales mantienen con empresarios pymes del bioetanol de maíz, que serían beneficiarios de un cambio de reglas en el sector.
En la ciudad de Sur, junto al schiarettista intendente Juan Manuel Llamosas, el gobernador visitó obras de pavimentación, cordón cuneta, bocacalles, vados de hormigón, e iluminación, todas de corte bien municipal, y anunció que en dos o tres meses estará listo el edificio donde funcionará el Polo de la Mujer de Rio Cuarto. “Generar infraestructura para que haya trabajo, y la provincia va a defender con uñas y dientes cada puesto de trabajo porque mucho nos cuestan”, subrayó. Con él también estuvo el diputado Carlos Gutiérrez, oriundo de la ciudad, y voz cantante del gobernador en el Congreso en los dos temas que Hacemos por Córdoba puede convertir en bandera electoral: bioetanol para el “voto-campo” y la reforma judicial para el “voto-república”.
En Villa María, la inauguración fue de baja envergadura económica: se cortaron las cintas de un monumento a Juan Bautista Bustos, el caudillo cordobés del siglo XIX que es referencia histórica del Schiaretti. Lo llamativo en este caso fue el reencuentro con el intendente en uso de licencia, Martin Gill, actual secretario de Obras Públicas de la Nación, con quien no se estrechaba las manos desde que el villamariense había saltado al Frente de Todos. Hoy, el funcionario tiene la chequera del Argentina Hace, el millonario plan de obra pública para los 2300 municipios de todo el país, y actúa como contrapeso frente a la incidencia de Carlos Caserio, el senador que le compite a Schiaretti por la lealtad de los intendentes y la banca en la cámara alta que quiere su esposa, la diputada Vigo. Razón de más para que el gobernador deje de lado el encono, y se encuentre con el villamariense, que seguramente será actor en la escena del desembarco de AF en Córdoba, cuando sea que se produzca. Fuente: Diario Alfil.
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