Además de contar con los cielos más despejados del mundo, el Desierto de Atacama posee también los niveles más altos de radiación del planeta, superando los 2500 kWh /m2. Es tal su potencial que se estima, que menos del 1% de la superficie del desierto del norte grande es suficiente para obtener el 100% de la electricidad requerida en Chile utilizando energía solar.
Estas condiciones incomparables, junto a la caída de los precios de los módulos solares, la creciente demanda por energías limpias y la presencia de una fuerte industria minera, dio lugar a un primer auge de las aplicaciones fotovoltaicas en Chile, que llevó a la construcción de varias granjas solares en el norte del país.
Desde hace dos años, el proyecto proyecto Atamostec, (Atacama Module and System Technology Consortium), de Corfo y socios privados, trabaja en la construcción de tecnologías fotovoltaicas cada vez más rentables y que estén adaptadas a las condiciones del desierto. ¿El resultado? Atamo.
Atamo, es la primera versión del módulo fotovoltaico desarrollado por el programa tecnológico de Corfo Atamostec y ha mostrado ganancias de hasta 44% en comparación con tecnología monofacial fija. De esta forma, se convierte en uno de los pioneros en el mundo en demostrar los beneficios de los paneles bifaciales en condiciones reales del desierto.
Los módulos fotovoltaicos bifaciales, que producen energía solar por ambas caras del panel, se vislumbran como la tecnología fotovoltaica del futuro pues permiten aumentar la eficiencia de proyectos solares de gran escala. Fuente: La tercera