Pronostican para este año una baja de la producción, el consumo y las exportaciones de biodiesel

El 2020 no será un buen año para la industria del biodiesel de la Argentina, que estará afectada por la menor demanda local e internacional, por el coronavirus. Así lo reflejó un informe elaborado por economistas de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) y el director ejecutivo de la Asociación Argentina de Biocombustibles e Hidrógeno, Claudio Molina.

“En medio de condiciones extremadamente inusuales que se están viviendo a nivel mundial por causa del esparcimiento del coronavirus y que afectan también a nuestro país, en el año 2020 el mercado de biodiesel no escaparía a la merma generalizada de actividad y se perfila para mostrar débiles indicadores tanto de oferta como de demanda”, señaló el informe.

Y además los especialistas aclararon: “las cantidades que se proyectan podrían llegar a variar notablemente en función de cómo evolucione la economía en su conjunto, de las decisiones de índole político que se tomen y de la situación particular de los mercados de exportación”.

En medio de condiciones extremadamente inusuales que se están viviendo a nivel mundial por causa del esparcimiento del coronavirus y que afectan también a nuestro país, en el año 2020 el mercado de biodiesel no escaparía a la merma generalizada de actividad y se perfila para mostrar débiles indicadores tanto de oferta como de demanda
Según el estudio, la producción de biodiesel registraría este año una caída muy pronunciada, donde por el momento la proyección es de 1.560.000 toneladas. De cumplirse este pronóstico, los volúmenes llegarían a su menor nivel desde el año 2009. Sin embargo, los especialistas aclararon: “Las cifras finales podrían distar mucho de esta estimación de carácter preliminar, al ser de gran dificultad conocer la magnitud y duración del contexto que se está viviendo a nivel mundial”.

Y agregaron que “la única posibilidad a muy corto plazo de recuperar parcialmente la producción sería logrando que en el mercado interno se cumpla efectivamente con la mezcla de un 10%” y un posterior aumento al 15%, mientras que de no concretarse una recuperación, la capacidad ociosa de las fábricas superará el 60%.

Además, el 12 de mayo del año próximo vence la Ley 26.093, que establece el Régimen de Regulación y Promoción para la Producción y uso Sustentable de Biocombustibles. Si bien el Poder Ejecutivo tiene la facultad de extender este régimen y existen varios proyectos para sancionar una nueva ley. En ese sentido, la iniciativa consensuada por toda la industria en el seno de la Liga Bioenergética de Provincias, todavía no tiene estado legislativo y como consecuencia de la emergencia sanitaria, este período legislativo resultará más corto y muy atípico, lo que genera un aumento de la incertidumbre para toda la industria argentina de biocombustible.

Consumo y exportaciones

En lo que respecta al consumo interno de biodiesel, la baja está proyectada en un 27% interanual, y representaría un total de 830.000 toneladas. De ese total, 800.000 toneladas tendrían como destino el corte con gasoil. De acuerdo a lo expresado por los especialistas que elaboraron el estudio, “esta acentuada merma respondería, en primer lugar, a una baja en la demanda de gasoil estimada en torno a un 10%”.

Sería mejorar significativamente la competitividad del precio mínimo de biodiesel establecido en el acuerdo con la Unión Europea, que actualmente resulta muy elevado para las condiciones de mercado. Pero el problema esencial seguirá siendo la persistencia de muy bajos precios del combustible diésel
Pero también aclararon que la baja en el consumo se puede atribuir, “a una menor mezcla efectiva de gasoil con biodiesel, la cual podría rondar a lo largo del año el 7%, en medio de un contexto donde las compañías refinadoras de petróleo no están demandando la cantidad de biocombustible necesaria para cumplir el mandato legal vigente (10%), aun asumiendo eventuales sanciones por parte de la Autoridad de Aplicación”, explicaron.

Por su parte, la exportación del biocombustible espera una caída del 31% para este año al estimarse los envíos al exterior en 700.000 toneladas, 315.000 toneladas menos que 2019. El informe explicó que la merma en los despachos ocurrirá por una “reducción del consumo de diésel en la Unión Europea (principal destino del biocombustible argentino) y, en segundo lugar, la debilidad de los precios del diésel, que generan problemas de competitividad al biodiesel, el que ingresa a la zona comunitaria europea con un precio mínimo establecido oficialmente”.


Por otro lado, el informe detalla que una solución para lograr una mayor fluidez de las exportaciones, “sería mejorar significativamente la competitividad del precio mínimo de biodiesel establecido en el acuerdo con la Unión Europea, que actualmente resulta muy elevado para las condiciones de mercado. Pero el problema esencial seguirá siendo la persistencia de muy bajos precios del combustible diésel”.

A todo esto hay que agregar que continuarían prácticamente cerrados los mercados de Estados Unidos y de Perú, por la existencia de barreras arancelarias muy elevadas. En este escenario, los especialistas proponen que Estados Unidos debería otorgar una cuota libre de aranceles de importación extraordinarios al biodiesel argentino, como lo hizo la Unión Europea. Y por el lado de Perú, habría que encontrar una solución amigable a la controversia que se mantiene por la sanción que este país aplicó al biodiesel de nuestro país.

“En estos momentos, se considera baja la probabilidad de que se alcancen estos escenarios en el corto plazo”, concluyeron los economistas de la BCR y Molina. Fuente: Infobae

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