La investigación titulada Evaluación del rendimiento de las estufas de biomasa en las zonas rurales de Guatemala, presentado ante la Conferencia Europea del Pellet, realizada en Austria en marzo pasado, recibió el premio a los mejores investigadores jóvenes de biomasa.
El trabajo, que puede leerse aquí (en inglés), es firmado por los guatemaltecos Victor Manuel Mora Monroy y Diego Alejandro Quan Reyesm y el indio Avishek Goel, los dos últimos investigadores de la holandesa Universidad de Tecnología de Delft, mientras que el primero es integrante de la asociación sin fines de lucro Guateambiente.
Según manifiestan los autores, el estudio “tiene como objetivo determinar las necesidades energéticas de las familias que viven en zonas rurales de Guatemala”, además de ofrecer un análisis detallado de las eficiencias de energía térmica de diferentes estufas tradicionales en esos ámbitos, como así también incluye “un análisis de la exposición de la mujer a la contaminación del aire en el hogar mediante el uso de un monitor de calidad del aire en la nube en tiempo real y de bajo costo”.
El estudio se realizó en el departamento de Chiquimula, entre un grupo conformado por 492 personas de diez comunidades distintas. Una de las primeras conclusiones fue que el 100 % de las familias participantes usan estufas de biomasa, incluso cuando algunas cuentan con acceso al GLP (gas licuado del petróleo).
En este contexto, se vio que la eficiencia de las estufas tradicionales estaba en el rango de 15 % o menos, con “niveles alarmantes” de contaminación en los ambientes. También se descubrió que la cultura desempeña un papel determinante en la selección de la tecnología de cocción y que una mejor eficiencia y reducción de la contaminación no son condiciones suficientes para reemplazar las tecnologías tradicionales.
Entre las recomendaciones, y a partir del objetivo de “mejorar la calidad de vida de las personas que viven en la pobreza en todo el mundo”, los investigadores proponen como una opción concreta que podría tener impactos positivos en términos de salud, medio ambiente y calidad de vida en general “la introducción de estufas eficientes de energía”, un proceso que juzgan no trivial y que “debe incorporar las variables culturales de las personas”. Para ello, recomiendan “validar los supuestos culturales, y también involucrar a la comunidad en el desarrollo del proyecto, desde la etapa más temprana”. Fuentes: Energías-Renovables.