Por las bajas ventas y la escasez de mercadería esencial, los kiosqueros de Catamarca apuntan a que la empresa de energía eléctrica EC Sapem les reduzca al 50% la boleta comercial en los meses venideros para poder abonarlas, según informó Juan Pacheco Saris, el referente de la Unión Kiosqueros de la República Argentina (UKRA) en la provincia.
Pacheco Saris también comentó que mientras transcurre la cuarentena obligatoria por el avance del coronavirus en el país, se registraron cierres de kioscos.Asimismo, mencionó que apuntan a que se establezca un horario unificado, que les permita atender al público de 8.00 o 9.00 a 20.00.
Juan Pacheco Saris brindó una entrevista y se refirió la situación que atraviesan los kioscos de la provincia en tiempos de pandemia. En este sentido, solicitó “exista una reducción de las contribuciones que se vienen” y agregó que “pagar mensualmente” una boleta de energía eléctrica de 15 mil o 19 mil pesos “es matarnos”. “Lo que nosotros pedimos (a EC Sapem) es que los costos fijos de lo que es la boleta comercial se nos reduzcan al 50% para nosotros poder hacer frente en estos meses que se vienen. La idea es tratar de que, por medio del Gobierno (Provincial), la empresa de energía (EC Sapem) nos dé una mano en el tema de los costos de la tarifa”, siguió Pacheco Saris. Y adelantó que el documento formal saldrá en los próximos días.
En otra instancia, se refirió al cierre de kioscos. “La mayoría de los negocios ha cerrado, más que todo en el centro de la República Argentina, porque es donde se maneja la Administración Pública, juzgados, escuelas, y la mayoría de los kioscos vive de eso. En Catamarca es distinta la situación, pero también tenemos negocios que están cerca de las escuelas, juzgados, canchas deportivas, clubes, y la mayoría que tiene alquileres en el centro, todos están con la decisión de cerrar por el tema de los costos, que no les están dando. Algunos ya cerraron”, indicó Pacheco Saris.
Luego, resaltó que se trata de comercios que están “abriendo la mitad del día y la otra mitad (están) cerrados. Las heladeras están prendidas, las contribuciones hay que pagarlas todos los meses. Los sueldos de los empleados se están pagando. En un kiosco se trabaja por lo que se vende. Si no se vende, no se paga”.
Además, Pacheco Saris remarcó que “no hay ventas y no hay mercadería. La gente no viene directamente. Va a al supermercado, al mayorista. Son compras muy menores y lo que podemos vender, no nos está llegando. En el caso del oeste de Catamarca, no dejaron pasar la camioneta con los cigarrillos. No hay leche; lácteos, muy poco; manteca, no hay nada; arroz, tampoco. Y lo que hay, está por las nubes”.Por otra parte, el líder de UKRA mencionó: “Estamos trabajando en la unificación de horario (desde las 8.00 o 9.00) hasta las 20.00 para que la gente pueda salir, comprar y no se agolpe en los lugares”.
Negocios de cercanía
Pacheco Saris resaltó que al comprar alimentos en un kiosco “le estás dando una mano al mismo barrio”. “La mayoría de los kioscos tiene precio a costo, o iguales a un supermercado”, dijo.