Con fecha de activación prevista para este mes que concluye, la puesta en marcha de la planta solar Caucharí, en la provincia de Jujuy, quedará para más adelante.
La cuarentena establecida por el Gobierno ante la expansión del coronavirus, sumado a la posibilidad de un nuevo default, culminaron por congelar la entrada en funcionamiento de una de las mayores apuestas nacionales en términos de energías renovables.
“Caucharí está 100 por ciento terminado, pero lo que estamos esperando es que nos permitan cerrar el seccionador y poder empezar con los ejercicios de generación y carga de los sistemas”, declaró recientemente Carlos Oeheler, titular de la estatal jujeña JEMSE.
“La demora en la habilitación de la planta seccionadora nos arrastró a postergar los plazos. No estamos pudiendo hacer las pruebas de energización de la planta”, añadió.
La cuarentena, indicó Oeheler, frenó la interconexión entre los parques solares además de paralizar los trabajos pertinentes en materia de, justamente, energización de las instalaciones. El ejecutivo expuso que, de levantarse la medida oficial en abril y reactivarse el funcionamiento económico en el corto plazo, Caucharí recién comenzaría a funcionar en algún momento del segundo semestre.
Caucharí es considerado el emprendimiento fotovoltaico más grande de América latina. Desarrollado con asesoramiento técnico de la china Shanghai Electric Power Construction Co. Ltd. (SEPC), consta de tres parques fotovoltaicos que juntos suman 315 megavatios (MW) de potencia, a través de la instalación de 1,2 millones de paneles solares.
Casi el 90 por ciento del financiamiento de las obras corrió por cuenta de otro gigante asiático: el Banco de Exportaciones e Importaciones de China (EximBank). En su punto de mayor desarrollo, este desarrollo llegó a motorizar alrededor de 1.000 empleos, según representantes de la mencionada Shangai Electric Power.
En la actualidad, se estima que Caucharí ocupa una superficie cercana a las 800 hectáreas, y se encuentra situado en plena Puna -departamento de Susques-, esto es, a más de 4.000 metros sobre el nivel del mar. En una primera etapa, la iniciativa debería garantizar el suministro a más de 160.000 hogares en el norte del país.
Más allá del parate actual, el escenario de pandemia también pone en riesgo los planes a futuro pautados para el mismo parque.
La provincia de Jujuy fijó para este año una ampliación del proyecto energético que permitiría elevar la potencia de Caucharí a 500 megavatios. En los planes, esta modificación se llevaría a cabo prácticamente en su totalidad con financiamiento externo.
La falta de precisiones respecto de qué ocurrirá con el coronavirus, sumado al pendiente argentino en lo que hace a la negociación de deuda con los acreedores internacionales, enciende los peores temores en el segmento político jujeño. Fuente: iProfesional