Los investigadores del Instituto de Biotecnología del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (TA), ubicado en la localidad bonaerense de Castelar, desarrollaron un portfolio de enzimas activas sobre carbohidratos para su aplicación en la obtención de etanol de segunda generación, se informó hoy oficialmente.
Con la tarea de mejorar el procedimiento biológico para la degradación de biomasa vegetal y obtener una mayor eficiencia en el rendimiento del bioetanol, los especialistas desarrollaron este producto que se realizó a partir del estudio del genoma y del conjunto de proteínas secretadas –secretoma– de aislamientos bacterianos celulolíticos nativos de la Argentina, y lograron reconocer las enzimas activas sobre carbohidratos y, además, desarrollar y caracterizar una biblioteca de enzimas recombinantes.
“Estudiamos cómo las bacterias y los hongos degradan los polisacáridos, es decir, las estructuras de resistencia que tienen las plantas”, señaló Eleonora Campos, del Instituto de Biotecnología del Centro Nacional de Investigaciones Agropecuarias (CNIA) del TA en Castelar, Buenos Aires.
Según Campos, se aprovecha la biomasa residual disponible en los campos como paja de caña de azúcar, trigo, cebada y también el marlo de maíz, entre otros.
El desarrollo es posible porque “el país cuenta con mucha biomasa residual de origen agronómico que se genera en el campo y en procesos agroindustriales, como la producción de azúcar a partir de la caña de azúcar que genera bagazo y puede ser aprovechado”, explicó.
Vinculada con esta línea investigación desde sus inicios, Campos indicó que “hace 10 años el TA tomó la decisión de empezar a desarrollar biotecnología para biocombustibles”.
Enfocado en la aplicación de los procesos de bioconversión de biomasa a etanol, el equipo de investigación estudia también la obtención de xilooligosacáridos a partir de hemicelulosa, y el efecto sobre la digestibilidad de alimento para animales monogástricos (cerdos y aves), en pos de establecer el protocolo y formulación para su uso.
El portfolio de enzimas permite conocer cómo actúan, cuáles son sus características y en qué procesos pueden aplicarse, y a partir de estos micoorganismos que degradan la pared celular vegetal, trabajaron para secuenciar su información genética y caracterizar las proteínas, clonarlas y expresarlas de manera recombinante para poder estudiarlas.
Esto le permitió al TA “contar con un portfolio de enzimas de las que sabemos exactamente cómo actúan y cuáles son sus características, pero, además, en qué procesos se pueden aplicar porque las conocemos en detalle”, se indicó. Según informaron desde Telam.