Por la actividad que realiza, el Mercado de Productores y Abastecedores de Frutas, Verduras y Hortalizas es uno de los grandes generadores de residuos de la ciudad. Cada mes, unas 150 toneladas de restos orgánicos (alimentos) e inorgánicos (plástico, papel, madera, cartón) se trasladan al relleno sanitario, sin separar; un volumen que se incrementa a 200 toneladas en los meses de mayor actividad, entre fines de agosto y marzo.
Comenzar a revertir esta situación, realizando un tratamiento sustentable de la basura que permita bajar el impacto ambiental y económico, es uno de los objetivos en los que se está trabajando, con varias líneas de acción. Es que con esos desperdicios se podría generar energía eléctrica, compost y hasta productos cosméticos.
Carlos Otrino, integrante del Directorio del Mercado, contó las estrategias que están implementando. Lo primero que deben lograr es que los 600 empleados de los 116 puestos que a diario trabajan en la planta ubicada en Teniente Loza al 6900 clasifiquen entre húmedo y seco, como cualquier vecino lo hace en su casa desde el año 2010 cuando el Municipio puso en marcha la recolección diferenciada. “Es muy difícil porque el que tira es el empleado, no el dueño del puesto, entonces tenemos que meter un ‘chip ambiental’ en cada uno de ellos para que incorporen el hábito de sacar el producto orgánico y tirar la caja a un costado”, dijo. Para ello, en las próximas semanas pondrán en marcha una capacitación, junto a la Secretaría de Ambiente de la Municipalidad.
Biogás
La empresa española Aczia Biogás está radicando una planta en Recreo, a tan sólo unos 4 km. del Mercado, para generar biogás y obtener energía eléctrica a partir de distintos tipo de desechos. Las frutas y verduras que están en mal estado y no se pueden comercializar, son una fuente de alimentación para los biodigestores que, luego, producen energía eléctrica. La cercanía que tiene el Mercado a la planta es una gran ventaja porque reduce los costos de traslado. La idea está avanzada y ya se ha plasmado en un convenio, con proyección a ponerse en marcha a mediados de este año.
La separación deberá ser minuciosa: cada tomate que se entregue, por ejemplo, deberá estar limpio de cualquier resto de papel, cartón, etc.. Incluso se realizarán análisis para chequear la calidad.
Entre los beneficiarios, también estará el propio Mercado, que verá reducido sus gastos de logística al no tener que trasladar esos residuos al relleno sanitario; el propio relleno porque recibirá un centenar de toneladas menos cada mes para tratar; y la calidad ambiental de la ciudad en general porque se estarán concretando acciones que reducen la emisión de gases de efecto invernadero con la producción de energías renovables, una actividad a la que apuesta el gobierno provincial a través de la Secretaría de Energía.
Compostaje
Monitoreada por la Municipalidad, a fines de 2012, comenzó a funcionar una planta de compostaje en el Mercado de Abasto, para aprovechar la generación permanente de residuos húmedos, materia prima esencial de este proceso. Hasta ahora, el proceso se realizó a cielo abierto, con varias complicaciones como fuertes olores y la dilatación de los tiempos de obtención del producto. Es por eso, que se está armando una experiencia bajo techo y a fines de febrero comenzará a funcionar un galpón donde se tratarán con unos extractores eólicos que van a modificar el ambiente para acelerar el proceso. Por ahora, lo producido está almacenado en el predio del Mercado.
Al rescate de más alimentos
Aunque parezca increíble, cuando un cajón de cualquier fruta o verdura tiene un porcentaje de su contenido en mal estado, por mínimo que sea, se tira todo. “Cuesta más repasarlo y separarlo que tirar el cajón completo porque ponés una persona a hacer el trabajo y después, cuando colocás ese producto que rescatás al lado del nuevo, hay diferencias y nadie lo compra, a pesar de que se puede consumir perfectamente, entonces termina en el relleno sanitario”, aclaró Otrino.
Cuando la separación sea una realidad en el Mercado, “vamos a encontrar muchísimos productos que se pueden consumir y es una oportunidad muy interesante de explorar”. Y aquí cobrará mayor impulso el Banco de Alimentos Santa Fe (Basfe), una organización sin fines de lucro que se dedica al rescate de alimentos, de manera trazable y segura, que son aptos para el consumo pero por distintos motivos no poseen valor comercial, con el fin de facilitarlos a diferentes ONG, comedores, y asociaciones encargadas de brindar alimentos a personas de bajos recursos económicos.
Por el momento, un grupo de voluntarios realiza esta tarea sólo los días martes, pero aspiran a tener presencia diaria, para rescatar y donar mayor cantidad de frutas y verduras.
Por ahora, muchas de estas ideas son proyectos, pero ya se han comenzado a dar pasos firmes con la intención de hacer una contribución a la calidad ambiental de la ciudad.
Inorgánico
Los residuos inorgánicos representan un 25 % del total que genera el Mercado, pero podrían convertirse en una fuente de ingresos muy importante para los recicladores nucleados en cooperativas. Cuando se logre separar entre húmedos y secos, la idea es entregarles a ellos esos desechos: “Quizás, económicamente no sea el gran envión, pero hay un volumen interesante de cartón, papel, plástico y madera, que tiene posibilidades de ser reciclado… y lo que era basura, se convierte en un mueble”. La ventaja para el Mercado es, otra vez, el ahorro de logística de traslado: “Ocupan un espacio y nos hacen mover mayor cantidad de contenedores, tiran 10 pallets y ya tenemos un contenedor lleno, con poca cantidad de kilos”, explicó Carlos Otrino, integrante del directorio.
¿Cítricos para cosméticos?
Todavía en etapa incipiente, el Mercado de Abasto se prepara para separar limones, naranjas y pomelos que por su estado de deterioro no se puedan comercializar para alimentos, pero que sus derivados sí sirvan para elaborar otros productos industriales. La idea surgió en una reunión con autoridades de la UNL y aún no comenzó la investigación, pero hay firme decisión de iniciar el camino.
Lucrecia Wilson, secretaria general de la facultad de Ingeniería Química, contó que se podrían obtener aceites esenciales para productos de belleza como cosmetología y cremas, aunque aclaró que todavía no han realizado las pruebas para evaluar si los indicadores determinan que son productos aptos: “No hemos avanzado mucho, pero tenemos intenciones de conformar los equipos de investigación en la facultad y hacer las pruebas”.
Desde el mercado, estimaron que entre un 3 y un 5 % de los cítricos se podrían recuperar para la industria.
Energía renovable con basura
José Montiel Fernández integra la Dirección Desarrollo de Negocio de Aczia biogás, la empresa española que resultó adjudicataria de la última licitación que realizó Cammesa (Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico) para poner en marcha proyectos de generación de energía renovable a través de biogás, gestionando residuos orgánicos de forma controlada. Una de las plantas comenzará a construirse en Recreo en los próximos meses y es muy probable que se alimente, en parte, de los residuos que genera el Mercado de Abasto.
“El objeto de la licitación fue atraer inversión privada para invertir en generación eléctrica renovable en el país con diversas tecnologías y aumentar la matriz de generación, diversificándola y tratando de mejorar los costos de la energía. Toda esta energía generada con proyectos renovables será vertida al sistema eléctrico nacional y vendida al Estado a un precio pactado según el tipo de tecnología que se instale”, explicó.
Al margen de la generación eléctrica, “uno de los exponentes más importantes de nuestra tecnología (Biogás) es el beneficio medioambiental que tiene en el sector agroindustrial y de forma directa en el medioambiente evitando la generación de Gases de Efecto Invernadero (GEI)”, agregó.
Fuente: El Litoral
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