Meagan Moore, bioingeniera de la universidad de Luisiana, en Baton Rouge, ha desarrollado el primer equivalente al cuerpo humano de tamaño real para la investigación en radioterapia. El cuerpo artificial, llamado Marie, está impreso en 3D con bioplástico y permitirá estudiar la dosis de radiación óptima en los tratamientos médicos con radioterapia.
Actualmente la investigación de radioterapia recurre a los denominados “fantomas de prueba”, piezas de diferentes tamaños y densidades que permiten analizar y ajustar el funcionamientos de diferentes aparatos empleados para diagnósticos por imagen y para tratamientos con radiación, por lo que es necesario que estos objetos tengan unas propiedades y densidades similares a las de un cuerpo humano.
El primer fantoma de prueba de cuerpo entero
“Estos ‘fantomas’ se llevan décadas utilizando en ciencia médica como sustitutos del tejido humano”, dice Moore. “El problema es que la mayoría de los modelos dosimétricos se fabrican actualmente a partir de un estándar, cuando en la práctica la radiación se aplica a personas con diferentes tipos de cuerpo. No existen actualmente fantomas de cuerpo entero personalizados”.
Aquí es donde entra en juego Marie, que toma su forma y estructura a partir de los escáneres de cuerpo completo de cinco mujeres diferentes, por lo que es algo así como un humanoide promedio que ayudará a probar la exposición a la radiación en un humano de tamaño real y determinar en cada caso cuál es el mejor ángulo para aplicar la dosis.
“Elegí trabajar con la figura de una mujer porque, en ciencias, las mujeres no están tan estudiadas debido a que se las considera complejas por diversas razones”, dice Moore. “Quise recrear una persona lo más compleja posible.”
Personalizable para cada paciente
La figura humanoide a tamaño real, que necesitó de 136 horas para imprimirse, mide 1,55 metros y pesa unos 7 kilos vacía. Su interior tiene capacidad para almacenar unos 135 litros de agua en diferentes compartimentos. De este modo, variando la cantidad de agua en el interior de Marie, su densidad puede ajustarse y equipararse con la densidad corporal del paciente que va a someterse a radioterapia.
Actualmente, explican desde la universidad de Luisiana, los fantomas de prueba cuestan más de 30.000 euros, carecen de extremidades y no representan todos los tipos de cuerpos humanos. En comparación Marie representa un cuerpo humano completo y realista y su coste es de unos 400 euros. Gracias a la impresión 3D y al ahorro de costes en el futuro cada Marie podría ser una réplica exacta del cuerpo individual de diferentes pacientes.
Tratamientos más precisos para los pacientes con cáncer
El bioplástico empleado en Marie no es del tipo utilizado por la ciencia para la impresión de tejido humano, caso de la impresión 3D de córneas humanas, y su color se debe a que “el filamento violeta estaba en oferta”, dice Moore.
En cuanto al nombre, Marie rinde tributo simultáneo a Marie Curie, pionera en el estudio de la radiactividad; a Marie Antoinette, porque la cabeza es desmontable; y Marie Laveau, personaje histórico de Nueva Orléans. Moore confía en que las réplicas de Marie permita tratamientos más precisos para los pacientes con cáncer.
Fuente: Economía Digital
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