Un grupo de cooperativas eléctricas de Córdoba trabaja en un proyecto para instalar en el norte de la provincia una planta de energía renovable, a partir de la utilización de la hoja de la palma caranday.
En la búsqueda de su lugar de radicación, representantes de las cooperativas de la regional noroeste visitaron las instalaciones de la excristalería Quilino, en esa localidad del departamento Ischilín.
“Es un espacio apropiado para el proyecto, más allá de lo que requiere en restauración”, aseguró a La Voz Víctor Hugo Garribia, presidente de la regional noroeste y secretario de la cooperativa de San José de la Dormida.
De acuerdo con la evaluación que realizaron durante la recorrida por la excristalería –cerrada en 2006– las instalaciones ofrecen la ventaja de tener muy buena provisión de agua y gas. Además de la proximidad del ferrocarril, lo que favorecería el traslado de materia prima.
En total, las cooperativas invertirían en el proyecto 105 millones de pesos. Incluye la compra del predio y la puesta en marcha de la planta de energía renovable, que generaría un megavatio (MW) hora de potencia.
Interés
“Las cooperativas tenemos la obligación de buscar una manera de bajar los costos de la energía eléctrica para nuestros socios”, sostuvo Garribia, al fundamentar la inversión en la planta.
En los últimos años, el Gobierno nacional vino impulsando el uso de energías renovables, como parte de la diversificación de la matriz energética. Lo hizo a través de las rondas del Renovar 1 y 2, con proyectos de generación eólica, solar, a través de biogás o biomasa que entregan electricidad al sistema interconectado nacional.
Por ahora, el programa Renovar no tiene previsto ninguna nueva ronda de licitación.
La idea de las cooperativas es poner en marcha la planta, más allá del incentivo del Gobierno nacional. Otra alternativa que manejan es acordar con la Empresa Provincial de Energía de Córdoba (Epec) para suministrarle la energía producida.
La Provincia, a través del Ministerio Agua, Ambiente y Servicios Públicos, había evaluado en su momento la posibilidad de diseñar un Renovar Córdoba para incentivar proyectos en generación de energías alternativas. La empresa provincial está construyendo en Arroyo Cabral un parque de energía solar con una potencia de 40 MW hora.
Materia prima
La planta que proyectan construir las cooperativas generará energía a partir de la hoja seca de la palma caranday.
Según sostuvo Garribia, el uso de esa materia prima no generará ningún tipo de impacto ambiental. “Sólo se utilizan las hojas secas, cuyo crecimiento en las plantas es cada dos años”, sostuvo el presidente de la regional de cooperativas. Para producir un MW de potencia, la planta necesitaría procesar 40 toneladas de hojas por día. Los impulsores del proyecto no descartan en el futuro usar otras fuentes para generación de energía, como podrían ser desechos orgánicos o efluentes ganaderos.
Ubicada en el departamento Ischilín, la excristalería de Quilino fue una de las más viejas y principales industrias de la región. Aunque su historia estuvo signada por cierres periódicos, hasta el definitivo en octubre de 2006.
En 1979 sus instalaciones fueron reabiertas por el Gobierno militar; en 1985 otro cierre fue frenado por la gestión del exgobernador Eduardo Angeloz y en 1996 cesó como cooperativa. Volvió a entrar en funcionamiento, para la producción de damajuanas en 2003. Pero en octubre de 2006 la cristalería cerró definitivamente sus puertas. A cambio del pago de la deuda laboral, los 54 empleados recibieron la escritura del inmueble.
Materia prima: Hoja de palmera caranday
Su poder calórico la convierte en generadora de energía.
La palmera caranday ya estuvo ligada en el noroeste de la provincia a emprendimientos productivos. Hasta el año 2000, y durante 37 años, la empresa Alpargatas estuvo instalada en San Pedro Norte donde procesaba la fibra y elaboraba suelas para sus alpargatas. Ahora, a través de un estudio que determinó el poder calórico de sus hojas, se utilizará para producir energía.
Fuente: La Voz