Así como el Galicia fue hace poco el primer banco en América latina en emitir un bono verde (u$s 100 millones) de la mano del IFC (Internacional Finance Corporation), el brazo del Banco Mundial abocado a financiar al sector privado, ahora es el Itaú quien va a recibir de esta institución un crédito por u$s 50 millones, de los cuales u$s 35 millones estarán destinados a proyectos de energía sostenible con la particularidad de ser la primera entidad financiera de la región en suscribir los llamados “Principios de Préstamos Verdes”.
Estas directivas, concebidas por The Loan Market Association, con sede en Londres, están en realidad recién salidas del horno. Fueron difundidas en marzo de este año y buscan básicamente aumentar la transparencia de un mercado que aún está en desarrollo. De hecho, principios similares ya existen desde 2014 para los bonos verdes, pero desde IFC explican que como instrumento financiero los préstamos son más accesible para las instituciones en mercados emergentes. En el caso del Itaú, será la consultora KPMG la responsable de certificar los proyectos financiados.
Juan O’Connor, director de banca comercial del Itaú, le explicó a El Cronista: “Adherimos a los Principios de Ecuador como holding desde hace tiempo y acá desde hace unos dos años para los grandes proyectos de inversión. Pero para las licitaciones de energía renovable, en la medida en que hay muchos proyectos más chicos, esta línea del IFC es relevante, ya que son montos más acotados y empresas de menor porte”
Y agregó: “La certificación refuerza el compromiso del banco de controlar, verificar y dar seguimiento a cada proyecto que financiás. No se trata sólo de dar fondeo sino de controlar el destino y la manera en que la empresa utiliza esos fondos. Además, también aporta pautas para la selección de los proyectos”.
En el Itaú ya tienen todo casi listo: “Calculamos que en 40 días vamos a desembolsar casi todos los u$s 35 millones, destinados a compañías que ganaron licitaciones RenovAr. Son todos proyectos de biomasa“. El resto del préstamo estará dirigido a Pymes.
IFC ya había otorgado un crédito similar al Galicia por u$s 30 millones en mayo 2017 e invirtió en proyectos verdes directamente de empresas: dos proyectos eólicos bajo el programa RenovAr (La Castellana, u$s 64 millones, incluyendo movilización de otros inversores por u$s 38 millones, y Achiras, por u$s 21 millones) y el nuevo edificio verde de la Universidad del Salvador (u$s10 millones)
“Las empresas privadas son una herramienta vital para traer el dinamismo y la inversión para desarrollar la matriz energética de Argentina y combatir el cambio climático, especialmente en un contexto de financiamiento público limitado”, indicó David Tinel, Gerente Regional de IFC para el Cono Sur. “Los Principios de Préstamos Verdes que estamos incorporando incrementan la transparencia y eficacia del mercado, lo cual es importante para seguir atrayendo inversores”, añadió.
Fuente: El Cronista
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