Europa lidera la inversión en renovables en América Latina

En los últimos años, las multinacionales europeas han encabezado los anuncios de nuevas inversiones en América Latina. Entre 2005 y 2017, un 39% del valor total de los nuevos proyectos que se anunciaron en la región correspondió a empresas de la Unión Europea (UE), lo que relegó a las compañías estadounidenses a una segunda posición, con el 32%.

Según recoge el informe La Inversión Extranjera Directa en América Latina y el Caribe 2018 publicado recientemente por Cepal, la Inversión Extranjera Directa (IED) europea en la región está dominada en gran medida por España, que representó un 29% del total de inversiones europeas en en proyectos nuevos de la región y un 29% del monto de las fusiones y adquisiciones europeas en el periodo.

El sector clave para esas inversiones está siendo en los últimos años el de las energías renovables. Entre 2005 y 2017, la participación de las empresas europeas en el sector aumentó desde el 3% hasta el 18% de la cartera total de inversiones; en 2016 ese porcentaje tocó techo al llegar hasta el 34%.

En 2017, la inversión en renovables en América Latina creció de manera notable. En Brasil aumentó un 10% hasta los 6.200 millones de dólares; en Chile creció un 55% hasta los 1.500 millones de dólares; en Argentina, la inversión se multiplicó por siete (hasta alcanzar los 1.800 millones de dólares) y en México se multiplicó por cuatro y llegó hasta los 6.200 millones de dólares.

La mayor parte de las inversiones en energías renovables no convencionales está dominada por empresas europeas. Dos tercios de las inversiones en generación eléctrica renovable fueron llevadas a cabo por firmas de la UE, que se concentraron principalmente en proyectos eólicos y solares. El informe explica que “cuando se presentaron oportunidades de inversión en este sector, las compañías europeas llevaban más de una década desarrollando capacidades en sus países de origen; esto les permitió aprovechar mejor esas oportunidades e hizo posible el desarrollo de esta industria a un ritmo que no hubiera sido factible sin esa transferencia de conocimiento”.

El informe añade que “la oportunidad de invertir en energía eólica primero y, más tarde, en energía solar, representó para las empresas europeas una posibilidad de expansión necesaria durante los años en que en la UE se modificaron repentinamente las políticas de apoyo al sector y, como consecuencia, la inversión en nueva capacidad se redujo de forma drástica”.

Cambio climático

En América Latina, el sector energético es el mayor emisor de gases de efecto invernadero, con el 46% de las emisiones totales. Sin embargo, la región se encuentra en una buena posición para el despliegue de las renovables ya que cuenta con “excelentes fuentes de energía renovable y podría satisfacer la demanda de energía utilizando solo una porción de su capacidad”.

A día de hoy, el 24% de la oferta total de energía primaria en latinoamérica proviene de fuentes renovables, pero si se excluye la que se obtiene de materia que necesita ser quemada (biomasa, principalmente) la energía renovable “limpia” representa solo el 11% del total y, de ella, el 70% proviene de centrales hidroeléctricas. En 2015, Brasil fue el tercer país de todo el mundo que más energía renovable generó, después de China y Estados Unidos, mientras que Costa Rica y Uruguay fueron los dos países con la matriz eléctrica más “limpia” a nivel global, con un 99% y un 92,8% de electricidad generada a través de fuentes renovables, respectivamente.

Según Bloomberg New Energy Finance, el mercado latinoamericano de energía limpia es ahora uno de los mercados más amigables del mundo para el capital internacional. El año pasado, cuatro países latinoamericanos -Brasil, México, Chile y Uruguay- se situaron entre los primeros diez países en desarrollo de mayor atractivo para las inversiones en energías limpias.

 

Fuente: Expansión

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