Será a finales del mes de octubre cuando el Instituto Tecnológico de Veracruz (ITV) inaugure lo que será la primera planta piloto generadora de bio etanol de segunda generación en México y la segunda en América Latina en su tipo, informó la Dra. María Guadalupe Aguilar Uscanga, profesora e investigadora del ITV.
La planta piloto se encuentra actualmente en construcción al interior de las instalaciones del ITV y será generadora de aproximadamente una tonelada de residuos micro celulósicos por día, lo que representa una nueva alternativa de combustible para automóviles y que reduce considerablemente las emisiones de dióxido de carbono.
“Este proyecto tiene gran impacto porque el bioetanol actualmente se utilice como combustible para los automóviles, entonces es un combustible renovable, el cual aporta beneficios al medio ambiente (…) De hecho el etanol de segunda generación reduce aproximadamente el 90 por ciento de las emisiones que se generan en el medio ambiente, por ejemplo, el CO2 que se produce”, detalló la responsable de esta labor.
Se trata de un proyecto aprobado en 2017 a través de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (SAGARPA) – Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT) en el que se destinan 20 millones de pesos y se prevé que se junte con un proyecto con el que ya contaban de una planta generadora de biocombustibles de primera generación a partir de sorgo dulce.
Al respecto, la Dra. Aguilar Uscanga explicó que la materia prima utilizada es el bagazo de caña, de sorgo dulce, de paja, de maíz, de café, de frutas, de cebada, de trigo, de arroz, pasto, del tallo del plátano y otros que contengan composición micro celulósica, de los cuales, por cada tonelada de estos residuos se pueden producir entre 200 y 250 litros de etanol, lo que representa tres veces más de lo que se produce en el etanol de primera generación que es a partir de melaza, de jugo de caña, y que es otra de las ventajas del etanol de segunda generación, además de que no compite con recursos alimentarios a diferencia del de primera generación, pues se elaboran a partir de desechos.
Añadió que además del beneficio ambiental, este combustible verde también contribuiría notablemente a la economía familiar, dado que un litro de este combustible oscila entre los siete y 10 pesos en el mercado cuando el litro de gasolina casi llega a los 20 pesos; no obstante, sería también muy beneficioso para la economía del campo, ya que los desechos agrícolas se pueden aprovechar para transformarlo en etanol y generar empleos.
En este esfuerzo participan el ITV, el Instituto Tecnológico de Tepic; de Tierra Blanca y Orizaba, el Centro de Investigación del Politécnico Nacional, la Universidad del Papaloapan y el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP).
La investigadora comentó que organizaciones de taxistas se les han acercado con el interés de adquirir el nuevo combustible, sin embargo, aún no han definido esa parte; así también, empresas interesadas en la tecnología, la cual fue desarrollada por investigadores y alumnos del ITV.
Fuente: El Dictamen